No es un secreto que para las mujeres es más difícil avanzar en la vida pública y, cuando abrimos nuevas puertas, muchas veces nos encontramos con círculos de hombres, todos conocidos y respaldados entre ellos, hablando un idioma común, trabajando y haciendo negocios a su manera y moviéndose como pez en el agua en un ámbito cómodo y conocido, como grafica puntualmente la portada de la revista The New Yorker en su edición de Noviembre 2018. En ella aparece un pequeño grupo de mujeres que curiosamente están abriendo la puerta para entrar a un salón lleno de caballeros haciendo vida social. No podía haberse graficado mejor.
Como contrapartida, vamos observando en la era #MeToo, que esa imagen caricaturesca, va desapareciendo a una alta velocidad, para dar paso a hombres que están tomando conciencia y van dejando entrar a las mujeres en ámbitos tradicionalmente masculinos, lo que por supuesto está entrecruzado con la nueva era digital que nos está sorprendiendo con resultados que antes nunca imaginamos: Somos testigos de un cambio cultural. ¿Y cómo estamos cambiando la cultura? Está cambiando porque nosotros estamos cambiando pues, como afirma Chimamanda Ngozzi en su libro “Todos deberíamos ser feministas”, “la cultura no hace a la gente, la gente hace la cultura” Y si nos desalentamos cada vez que aparece un nuevo estudio donde los números indican que el cierre de brechas es demasiado lento, la esperanza vuelve, cada vez que un hombre se integra a este movimiento.
En la Fundación Hay Mujeres estamos trabajando para promover la visibilidad de las mujeres a través de su voz como una dimensión de liderazgo, fomentando su presencia equitativa en espacios de opinión y debate público. Lo hacemos con una particularidad: incluimos y hacemos parte a los hombres en esta misión en la figura de “Embajador Hay Mujeres”.
Muchos de ellos ya han recogido el guante y están atentos a que las mujeres ocupen espacios en los procesos importantes de toma de decisiones, lo que nos mueve a trabajar con mayor entusiasmo con el fin de elevar una cifra: un escuálido 23% de representación femenina en los medios de comunicación. Se trata de una cifra global pero, aunque carecemos de estudios empíricos al respecto en Chile, es probable que dicha cifra sea –en nuestro caso- todavía menor.
Es por este motivo que la invitación que nos hace el Embajador de Suecia Oscar Stenström es tan significativa: trabajar por el cierre de la brecha de género en internet siendo parte activa de WikiGap, una iniciativa que nace en Suecia para actuar contra el desequilibrio de representación femenina en la web pues, ciertamente, si las brechas de género se plasman en todas las dimensiones del ser humano, eso también se refleja en internet. Específicamente en Wikipedia encontramos un artículo de cada cinco dedicado a mujeres.
Es el estado de las cosas que nos proponemos cambiar. Junto a Fundación Wikimedia Chile, la Embajada de Suecia y Hay Mujeres estamos reuniendo voluntades y realizando acciones concretas para que se multipliquen los eventos de WikiGap en nuestro país.
Esta semana, contaremos con el 2do WikiGap hecho en Chile y, en esta ocasión, lo hemos vinculado a la Copa Mundial Femenina de Fútbol, destacando a las mujeres deportistas ya que sus logros, en muchos casos, no son conocidos. “Equilibrar la Cancha por más Mujeres Deportistas en Wikipedia” .Nunca fue algo más fácil, y al mismo tiempo, tan urgente y necesario.
