Luego de 18 días del estallido social, el Presidente Sebastián Piñera dio su primera entrevista, en donde aseguró que no dejará su cargo y que está “dispuesto a conversarlo todo, incluyendo una reforma a la Constitución”.
En conversación con BBC, el Mandatario se refirió a las presiones por dejar su puesto, al actuar de Carabineros y Fuerzas Armadas, además de prometer justicia por los derechos humanos que se habrían vulnerado.
Respecto a una acusación constitucional en su contra y a quienes piden su renuncia, fue categórico en señalar que “voy a llegar al fin de mi gobierno. Fui elegido democráticamente por una enorme mayoría de chilenos y tengo un deber y compromiso con esos que me eligieron y con todos los chilenos”.
Agregó que “si alguien quiere hacer una acusación constitucional, está en su derecho, pero yo estoy absolutamente seguro que ninguna de ese tipo de acusaciones va a prosperar, porque la solución en democracia es respetar a las reglas de la democracia y no atentar contra la democracia pretendiendo desestabilizar a un gobierno que ganó las elecciones legítimamente y por una amplia mayoría”.
Por otro lado, consultado sobre su frase “Chile era un oasis dentro de América Latina”, pero que, en palabras de la periodista, es uno de los países más desiguales, el Presidente respondió que “eso no es cierto”.
“Chile está en promedio en términos de desigualdad en América Latina. Por supuesto, sigue siendo un país muy desigual y es por eso que estamos luchando para vencer la pobreza y reducir la desigualdad, pero no es el país más desigual de América Latina”, apuntó el jefe de Estado.
Mientras que sobre las grietas del sistema político y económico, Piñera sostuvo “creo que hay varias grietas. A pesar de que hemos reducido la desigualdad, Chile todavía es un país demasiado desigual. La gente tiene la percepción, y con mucha razón, de que en Chile hay demasiados abusos. De que hay muchas empresas que no respetan a sus clientes, a sus trabajadores y el medioambiente. Después de mucho tiempo de acumular, decidieron manifestarse con toda la fuerza que lo han hecho.”
En relación al estallido social, Piñera apuntó a que “en las últimas dos semanas hemos estado experimentando dos fenómenos diferentes, de naturaleza distinta. Primero, y esto fue absolutamente inesperado, una gran ola de destrucción, de violencia, de una manera muy organizada. Pudieron dañar o quemar hasta las cenizas casi 100 de las 136 estaciones de metro, además de supermercados, comercios, pequeñas tiendas”.
“Esa violencia no puede ser admitida, no está dentro de la ley. Tuvimos que usar herramientas democráticas y constitucionales, como el decretar el estado de emergencia, para restituir el orden público y proteger a nuestros ciudadanos”, agregó.
Por otro lado afirmó que las manifestaciones legítimas y las protestas de los ciudadanos chilenos, son “una historia muy diferente. Y reconocemos eso y protegemos ese derecho porque es parte de nuestra democracia”.
“Es por eso que yo lamento tanto el tremendo daño que esta ola de violencia y destrucción ha generado en las personas con ingresos bajos, y no podemos permitirnos en un estado democrático que las personas piensen que pueden hacer lo que quieran. Porque al final del día, destruirá nuestra democracia y dañaremos a la mayoría de nuestros ciudadanos”, puntualizó el Presidente.
Estado de emergencia
Sobre el estado de emergencia, el Mandatario explicó por qué optó por tomar esta medida.”Tuvimos que llamar al estado de emergencia porque esa era la única forma de restaurar el orden público y proteger a nuestros ciudadanos.”
“Cuando lo hicimos, tomamos muchas precauciones. En primer lugar, llamamos a nuestro Instituto Nacional de Derechos Humanos para que se encargara de proteger los derechos humanos y les dijimos que les daríamos todas las facilidades, todos los recursos logísticos para que puedan cumplir con su deber”, agregó.
Por otro lado el Presidente señaló que en segundo lugar estableció las “reglas de uso de la fuerza que están absolutamente de acuerdo con los estándares más altos del mundo y les dijimos a todas las personas a cargo de esto y también a la policía que tenía que obedecer y cumplir esas reglas.”
“Tercero, llamamos a la fiscalía y les dijimos que tenían que investigar cada presunto delito o uso excesivo de la fuerza. Puedo garantizar que para mí y para mi gobierno el compromiso con los derechos humanos es el más alto y es por eso que tomé todas las precauciones”, añadió.
Uso excesivo de la fuerza
Respecto a las denuncias de uso excesivo de la fuerza por parte de Carabineros o militares, el jefe de Estado indicó que “hay quejas sobre el uso excesivo de la fuerza y los derechos humanos. Si eso sucedió, puedo garantizar que será investigado y procesado por nuestro sistema tradicional”.
Para luego agregar que “no habrá impunidad. Ni con las personas que prendieron fuego a los supermercados y a la mayoría de nuestras estaciones de metro, ni con aquellas que eventualmente cometieron un exceso de uso de la fuerza o el crimen. Así es como lo haremos en una sociedad democrática como la nuestra”.
Y el Mandatario añadió que hay veces en que “dentro de un grupo de personas hay algunos delincuentes que quieren incendiar más estaciones de metro, por lo que (fuerzas policiales) tienen que actuar y a veces tenemos inocentes heridos y lo lamento, lo lamento mucho”.
“Usted me dice que eventualmente algunas personas han cometido errores o han hecho uso excesivo de la fuerza o han cometido delitos, eso no está permitido, será investigado y si ese es el caso, se sancionará”, indicó Sebastián Piñera.
El Presidente explicó cómo deben funcionar las FF.EE.: primero “tienen que actuar solo con su presencia, luego deben intentar convencer a las personas cuando están cometiendo disturbios y luego, solo en casos extremos y de manera proporcional, pueden usar gases lacrimógenos o agua”.
Una nueva constitución
Consultado por la posibilidad de una nueva Constitución, el Mandatario no descartó esa posibilidad, pero señaló que primero se debe poner urgencia a su agenda social.
“La gente quiere una mejor calidad de vida, mejores pensiones, mejores salarios, salud y educación, pero no confundamos lo que la gente quiere con los grupos pequeños que pretenden representar a la gente”, sostuvo.
Según el Presidente, ha “escuchado la voz del pueblo chileno. Es por eso que construimos en cuatro días una agenda social muy poderosa y fuerte que deberá contar con gran cantidad de recursos para acelerar el proceso de mejoras”.
Y enfatizó en que no son cambios cosméticos, ya que “estamos haciendo cosas que en Chile nunca antes habíamos hecho”.
“Después de restaurar el orden público y poner en marcha la agenda social, no termina el debate y vendrá una segunda etapa en que estamos dispuestos a conversarlo todo, incluyendo una reforma a la constitución”, puntualizó el jefe de Estado.
Pero recalcó que hay que ponerse de acuerdo en los cambios que se quieren introducir en la Constitución, y que la instancia para discutir las reformas constitucionales se deben discutir en el Congreso y que dicho organismo “podrá decidir el camino a seguir”.
Por último, ante la pregunta de si se arrepiente de la forma en que ha manejado la crisis, el Mandatario dijo que “en las últimas dos semanas solo he tenido tiempo para tratar de resolver el problema, para tratar de encontrar la manera de restaurar el orden público, para proteger la seguridad de nuestros ciudadanos, para escuchar lo que dicen y construir una agenda social”.
“Después de resolver este problema, tenemos todo el tiempo del mundo para ver qué podríamos haber hecho mejor”, sentenció.
Fuente: emol