Apenas comenzó el partido en el estadio San Carlos de Apoquindo, el entrenador de la Universidad de Chile, Alfredo Arias, ya estaba sufriendo. Esto porque al minuto de juego Matías Rodríguez quedó tendido en el piso por varios segundos después de un fuerte choque con Juan Cornejo, lateral izquierdo de la Universidad Católica.
Después de pasar un susto por una posible lesión de Rodríguez, el DT azul, vestido con una camisa celeste y con anteojos de sol, jamás estuvo tranquilo en el clásico en el que terminaron siendo humillados y goleados por 4-0.
En el primer tiempo el técnico no se sentó en la banca ni siquiera un minuto, se dedicó a dar muchas instrucciones; sobre todo a jugadores como Matías Campos Toro y a los defensores, y caminaba de lado a lado pensando en cómo sacar adelante un partido que estaban igualando sin goles, pero en el que estaban siendo inmensamente superados por el rival.
Ya en el segundo lapso se intensificó el sufrimiento del “charrúa”. Al minuto del complemento José Pedro Fuenzalida anotó la apertura de la cuenta y desmoronó todo el plan del entrenador laico, quien había hecho ingresar antes del tanto a Nicolás Guerra y Gonzalo Espinoza para intentar mejorar el juego. Pero eso no ocurrió. De hecho, empeoró.
Tras el gol del “Chapa”, Arias comenzó a gesticular constantemente y le pidió desesperadamente a sus jugadores que salieran del fondo y se fueran más adelante para intentar llegar al empate. Pero eso no sucedió y la UC se cargó en la zona ofensiva hasta que llegó el 2-0 a los 60’ gracias a un golazo de Edson Puch.
Esta anotación desconcertó al estratega. Se agarró la cabeza, miró hacia abajo como buscando una explicación y se fue a sentar por primera vez en el partido. Estuvo en la banca pocos minutos hasta que de nuevo volvió a ponerse de pie. Ya estaba desesperado, no paraba de gritar e incluso discutió en más de una oportunidad con el juez de línea.
Lo peor llegó siete minutos después. A los 67’ el delantero Duvier Riascos convirtió el tercero y ahí Arias explotó. Se dio vuelta mirando hacia la banca y se descargó con un fuerte grito. Se notaba sobrepasado por lo que estaba ocurriendo en San Carlos de Apoquindo.
Con el resultado ya sentenciado, parecía que ya nada podía seguir desestabilizando al uruguayo. Sin embargo, a los 76’ Espinoza recibió la tarjeta roja y ahí se agudizó el sufrimiento del DT. Se agarró la cabeza e hizo un claro gesto de desaprobación por la expulsión.
En los minutos finales, en los que la UC hizo el cuarto mediante Luciano Aued, Arias ya estaba resignado. Dejó de lado las contantes gesticulaciones y esperó el término del encuentro. Con el pitazo final vino otra compleja situación, ya que hinchas azules que estaban en el sector de marquesina, lo insultaron fuertemente.
Así vivió Alfredo Arias la humillante derrota ante los cruzados, una caída que no solo duele por haber ocurrido ante un clásico rival, sino porque no logra hacer jugar bien a un equipo que sigue hundido y colista del Torneo.
Fuente: emol