Patricio Arroyo Jofre – Director de Escuela de Pedagogía en Educación Física, Universidad San Sebastian
La evidencia científica ha sido bastante contundente para demostrar que el ejercicio físico es uno de los factores protectores de la enfermedad, donde la salud y la calidad de vida se ve mejorada, con aumento de las expectativas de vida de las personas.
A propósito de lo señalado en por el Consejo Nacional de Educación, frente a la modificación del curriculum escolar, donde la asignatura de Educación Física pasará a ser electiva en 3° y 4° año de Educación Media, es válido preguntarse ¿cómo es posible que no se reconozca la Educación Física como una asignatura troncal en la formación integral de un ciudadano?
El Ministerio del Deporte está proponiendo que en la primera infancia se debe promover que los niños utilicen el juego como un medio para lograr una serie de objetivos, entre ellos, que logren tener hábitos de vida saludable.
En 3° y 4° Medio, los adolescentes de hoy están concentrados en utilizar sus pantallas y ha aumentado el tiempo de ocio mal utilizado, presentando una serie de factores que promueven una baja en la calidad de vida de los jóvenes, y la asignatura de Educación Física es la única que trabaja con la motricidad y corporalidad, que podría fomentar el hábito instaurado en la escolaridad inicial.
Como profesor de Educación Física, como Kinesiólogo y como formador de formadores, estoy en contra de que se provoque este cambio en el curriculum. Lo digo con todos los argumentos científicos que respaldan el rol de la Actividad Física en la calidad de vida de la persona. Se dice que no se perdió, que será optativa, pero de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud, en los últimos 17 años hemos disminuido el sedentarismo en apenas 3 puntos porcentuales, lo que no nos enorgullece. ¿Qué pasará si disminuimos las oportunidades que los jóvenes realicen actividad física? ¿Esperaremos a que futuras encuestas dejen en evidencia que nuestros adultos y jóvenes son sedentarios para intentar revertir la situación? Para ese entonces, ya no podremos hacer mucho.
Fuente: Universidad San Sebastian.