Una familia que ganó un concurso para irse vivir a una isla remota de Gales renunció apenas un día después de haber llegado a su nuevo hogar.
Tal como recoge el medio inglés The Sun, estaba todo dispuesto para que la familia Scharer pasara los mejores tres años de su vida en la hermosa isla de Bardsey, ubicada frente a las costas de Gales.
Sin embargo, luego de que transcurrieran solo algunas horas desde su llegada, uno de los hijos del matrimonio se accidentó mientras se bajaba de un bote, cayendo sobre unas rocas.
Fue así como Sam, de 10 años, se lesionó la pierna, debiendo ser trasladado en helicóptero hasta un hospital.
Esto llevó a la familia, compuesta por los padres y sus dos niños, a dejar la isla y regresar a su casa en Conwy, al norte de Gales.
El único que se quedó fue el papá, un granjero de 44 años llamado Ned, quien decidió hacerse cargo de las labores solo. No obstante, solo duró un poco más de un mes.
Cabe señalar que el premio era pasar tres años en la isla para hacerse cargo de la reserva natural, una granja y un observatorio de aves, recibiendo un sueldo de 16.500 libras esterlinas (14 millones 700 mil pesos). Para esto, la familia había vencido a otros 50 finalistas.
“Fue una pena”, aseveró la madre, Sophie Scharer. “El mar estaba muy agitado como para un bote, por lo que debieron enviar un helicóptero”, agregó.
La mujer explicó que si bien su esposo se quedó para mantener la isla, la cual recibe a 2.000 visitantes cada año, finalmente terminó sobrepasado.
Ahora la Fundación Isla Bardsey (Bardsey Island Trust), propietaria de la isla y encargada de administrarla, está buscando a nuevas personas para que se hagan cargo del lugar durante los próximos tres años.
Quienes estén interesados en postular deben cumplir algunos requisitos como estar físicamente en forma, sentirse cómodos con el aislamiento y estar preparados para no tener señal en el celular.
“Es una oportunidad increíble para las familias que amen pasar tiempo juntos, y tener una aventura”, cerró la madre.
Fuente: BioBioChile