Conocimos el velorio de Juan José Arenas, un joven que el pasado jueves murió baleado por Carabineros en la comuna de Cerro Navia.
El adolescente de 18 años estaba en un culto evangélico, se fue del lugar —según la versión de los investigadores— y se subió a un vehículo que había protagonizado un asalto. Tras ello, y luego de una persecución policial, recibió cuatro impactos de bala y cayó muerto a pocas cuadras de donde sería velado.
El funaral del conocido “Juanjo chico” fue catalogado por las autoridades como “de alto riesgo”.
Desde la entrega del cuerpo y en los dos días de velatorio, Fuerzas Especiales custodió este funeral. La familia acusa que hubo exceso de fuerza policial, gran cantidad de contingente y, sobre todo, se sienten discriminados por las autoridades al asociar esta ceremonia con los llamados “narcovelatorios”.
Fueron cuatro anillos de seguridad, más de dos mil controles de identidad, 20 detenidos por causas pendientes y dos por la activación de fuegos artificiales.
Un vecino asegura que fue golpeado por uniformados y que recibió perdigones en la cintura y piernas, en medio de la bombas lacrimógenas.
El domingo, el cuerpo de Arenas fue trasladado hasta el Cementerio de Maipú bajo un férreo contingente policial que se aplicó en la carretera y al interior del propio recinto
La familia acusa exceso de fuerza policial, mientras que el Gobierno asegura que se aplicó el protocolo.
Fuente: 24horas.cl