Avance del cambio climático y escenarios para chile y la región de atacama
Durante el último tiempo hemos sido testigos de cómo emergencias, tales como lluvias intensas, vientos, marejadas, e incendios forestales han incrementado su impacto debido a condiciones meteorológicas extremas, cada vez más recurrentes. Dicho escenario no es antojadizo, sino que tiene una causa y esta corresponde a los efectos del cambio climático.
Lo anterior, no hace más que validar estudios donde se observa que la tendencia al alza en la frecuencia y ocurrencia de las amenazas se radica principalmente en las amenazas meteorológicas, hidrometeorológicas y climatológicas. Ello también concuerda con el Informe de Riesgos Globales 2018, elaborado por el Foro Económico Mundial, en donde se establece que los riesgos de más alta probabilidad de ocurrencia y de mayor impacto en el mediano plazo serán aquellos asociados a eventos climáticos extremos.
Para nuestro país, lo descrito confirma que los desastres que hemos enfrentado en los últimos años, son parte de esta nueva realidad global. Por otra parte, las condiciones geográficas de Chile contribuyen a que nuestro país se ubique entre las naciones más vulnerables al cambio climático, según la Convención Marco de la ONU sobre dicho fenómeno (CMNUCC).
Esto plantea una serie de desafíos al Sistema Nacional y Regional de Protección Civil (SNPC) y a la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior y Seguridad Pública (ONEMI) en su rol coordinador de estos sistemas, los que han sido abordados decididamente, a través del desarrollo de políticas públicas y ejercicios para instalar de manera más eficaz, una cultura de prevención y autocuidado en la comunidad, así como en la aplicación de un instrumento que permite la identificación de factores subyacentes de riesgo en las comunas, el que en Atacama se aplicó en un 100% y cuyo informe está en poder de los respectivos municipios para ser utilizado en trabajar las capacidades necesarias para enfrentar los riesgos detectados a través de dicho instrumento, para abordar -por medio de planes específicos por ejemplo-, los posibles escenarios y vulnerabilidades, como también el desarrollo de obras de mitigación o proyectos que impacten directamente en la reducción de los riesgos en cada comuna.
SOBRE INICIATIVAS IMPLEMENTADAS POR ONEMI PARA QUE CHILE Y ATACAMA TENGAN UNA MEJOR PREPARACIÓN FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO
Actualmente, nuestra institución trabaja bajo el objetivo de transformar comunidades vulnerables en comunidades resilientes, teniendo a la vista que tanto la adaptación al Cambio Climático, como la Reducción del Riesgo de Desastres se transforme en una prioridad nacional, pues, contribuye directamente al desarrollo sostenible de nuestro país.
En términos concretos, esto significa que Chile – al igual que el avance ya logrado en el ámbito sísmico y volcánico (tomando, como ejemplo como se enfrentaron los terremotos de Iquique e Illapel) – debe seguir desarrollando nuevas capacidades en mitigación, preparación, monitoreo y alerta temprana, acorde a estos nuevos escenarios asociados al cambio climático en el marco de la co-responsabilidad que tienen los miembros del Sistema. Una muestra de aquello es el proyecto que está desarrollando la Dirección Meteorológica de Chile para fortalecer la red meteorológica en el país, fundamental como insumo técnico a la hora de la toma de decisiones por parte de las autoridades nacionales y regionales, frente a la probabilidad de una amenaza meteorológica.
Además, debemos seguir reforzando con acciones preventivas que, además de fortalecer los gobiernos locales, permitan que la población conozca el riesgo y sepan cómo reducirlo y estar preparados para enfrentar emergencias. Lo anterior, es y debe seguir siendo abordado a través de una gestión prospectiva, transversal, multisectorial y por sobre todo inclusiva, en donde por ejemplo, alianzas público-privadas, permitan aunar capacidades para gestionar el riesgo de desastres en pos de su reducción, como lo son la actualización y fortalecimiento del Protocolo de la Red de Emergencia de Empresas Mineras de la Región en la que participan la Dirección Regional del Servicio Nacional de Geología y Minería (SERNAGEOMIN), la Secretaría Regional del Ministerio de Minería y ONEMI Regional.
SOBRE LA ENCUESTA DE FACTORES SUBYACENTES.
ONEMI, en conjunto con algunos Ministerios, miembros de la academia y ONG’s ha desarrollado una metodología pionera en Chile y el mundo, hoy en aplicación, como instrumento de diagnóstico para municipios de autoevaluación simple y directa basada en un cuestionario de 41 preguntas para determinar la resiliencia de los gobiernos locales (Municipios) en las siguientes dimensiones: ordenamiento territorial, cambio climático – recursos naturales, condiciones socio -económicas y demográficas, y gobernanza. Además, permite discernir entre la totalidad de las comunas del territorio nacional y regional, cuáles de estas merecen una mayor atención en tema de gestión del riesgo de desastres, debido a la existencia de problemas sistémicos, tanto endógenos como exógenos, y que su no solución las lleva a ser más vulnerables al impacto de amenazas.
A partir del resultado de esta evaluación, ONEMI emite un informe, que en el caso de Atacama (100 % aplicada) fue entregado a cada las 9 comunas de nuestra región, donde se definen las brechas existentes y se entregan recomendaciones para cerrarlas. Actualmente 171 comunas han completado esta encuesta y, con la colaboración de la Subsecretaria de Desarrollo Regional (SUBDERE), se espera alcanzar a fines de este año las 345 comunas del país.
SOBRE LA LEY QUE CREA EL SISTEMA Y SERVICIO NACIONAL DE GESTIÓN DE RIESGO DE DESASTRES
Esta nueva realidad que describíamos inicialmente, nos impone la necesidad de un nuevo Sistema para gestionar el riesgo de desastres, uno que deje de estar basado en un marco normativo indicativo y que dependa de las voluntades de sus actores y pasar a uno en donde las acciones orientadas, tanto a la prevención como la respuesta ante desastres, sean mandatorias para lo cual se debe fortalecer su institucionalidad con un sustento legislativo.
Ello se logra a través de un Servicio de Prevención y Respuesta ante Desastres con las atribuciones y capacidades de gestión y operativas adecuadas, reforzando y potenciando lo actualmente existente (ONEMI); una planificación, como instrumento de gestión, que permita la integración de todos los actores, como asimismo una coherencia en todos los niveles de la estructura del estado en conformidad a las fases del ciclo del riesgo y; una ley actualmente en trámite que además de normar los dos aspectos anteriores, establezca las responsabilidades, funciones y atribuciones de los que integran el Sistema en sus diversas instancias y roles.
En este sentido, debemos destacar la voluntad de todos los actores para que esta ley sea aprobada lo antes posible, para ello esperamos contar con el apoyo de los parlamentarios de todos los sectores políticos de la región en ambas cámaras del poder legislativo se sumen en la aprobación de dicha ley, entendiendo primero que las emergencias y desastres, afectan a todos los que habitamos, trabajamos y vivimos en nuestro país.
JAVIER SÁEZ VÁSQUEZ
Director Regional de ONEMI Atacama
