Los reclamos en pareja suelen ser frontales y a veces en público, pero casi nunca como el siguiente caso.
Ocurrió en el estado de Colima, al oeste mexicano, donde una mujer estampó su descontento en la parte lateral del vehículo del que pensaba era su pareja. El propietario del auto, al parecer tenía una vida marital oculta, gatillando el enojo de una involuntaria tercera en discordia.
Por lo mismo, la mujer se armó de un objeto cortopunzante para escribir “no que no eras casado”, en aparente recordatorio a su par, de la respuesta negativa a la pregunta que toda mujer (o un hombre) hace para no meterse en problemas o en relaciones complicadas.
Acompañando a la leyenda, puede verse el dibujo de un cerdito. En México, como en otros países, el uso de este ícono muchas veces es empleado para recordarle a alguien lo “cochino” que ha sido a la hora de mentir.
El auto, al momento de ser rayado por la mujer no identificada, estaba aparcado frente al restaurante “La Porfiria”, en la Avenida Ignacio Sandoval de Colima.
Desde el mismo restaurante no dudaron en fotografiar el auto y por supuesto viralizarlo en redes sociales. En los primeros momentos de posteada la publicación en Facebook, bastaron solo unos minutos para que obtuviera centenares de compartidos. El periódico El Universal publicó también la historia.
La foto fue descrita con un “aquí tranquilón en La Porfiria, el compa ya no quiere ni llegar a su casa”, en referencia al problema que el destinatario del mensaje tendría a la hora de llegar a su vivienda. No se sabe con exactitud si éste se encontraba al interior del restaurante.
Las reacciones fueron variadas y tuvieron lugar en territorio mexicano, hasta otros que escribieron desde Estados Unidos, comentando el incidente.
La oportunidad de negocios también estuvo presente, entre quienes reaccionaban al posteo, ya que una pequeña empresa de reparación de autos, ofreció sus servicios para dejar intacta la carrocería, sin la garantía, claro está, que desaparecerá el descontento de la mujer que se sintió engañada.
Fuente: Biobiochile
