Este jueves se votará en general y particular la reforma tributaria en la Cámara de Diputados, luego de la extensa sesión de ayer que dejó al Gobierno sin la posibilidad de presentar indicaciones tras una descoordinación con los parlamentarios de Chile Vamos.
Según los acuerdos parlamentarios, la iniciativa se comenzará a votar esta jornada a partir de las 10.30 horas.
La iniciativa fue ingresada a trámite a la Cámara el 23 de agosto de 2018 y logró su aprobación en general el 10 de abril de este año con los votos favorables de los tres representantes de la UDI, de los tres RN y de los dos miembros de la DC. En contra se pronunciaron los cinco integrantes de la oposición restantes.
La votación en particular se inició en la penúltima semana de mayo, tras el ingreso del primer paquete de indicaciones al artículo primero, en donde se abordaron, entre otras disposiciones, las normas antielusión y la nueva institucionalidad que estaría encargada de analizar su aplicación por sobre el Servicio de Impuestos Internos (SII). Dada la objeción mayoritaria al tema, este aspecto de la reforma fue descartado por el propio Ejecutivo, pero si avanzó la figura de la Defensoría del Contribuyente.
En julio, la Comisión comenzó el tratamiento del segundo gran bloque del proyecto enfocado en impuestos a la Renta e IVA, entre otros, para lo cual el Gobierno presentó un nuevo paquete de indicaciones en materia de pymes, adulto mayor y regionalización, que consideraron medidas compensatorias por US$ 402 millones anuales en régimen.
Según se destacó en la oportunidad, una de las propuestas con mayor impacto corresponde a la norma especial anti elusión para retiros desproporcionados, que en régimen se estima genere ingresos por US$135 millones. El titular de Hacienda explicó que esta norma aplicará solo para los casos sin justificación comercial o económica.
Otro efecto significativo corresponderá a la contribución de 1% de las inversiones a las regiones, así como las mayores exigencias para contratos llamado “back to back”, que refieren a una operación en la cual se entrega a la entidad que financia la operación una garantía líquida, como por ejemplo, un depósito a plazo, lo que reduce el costo del financiamiento.
La medida incorpora elementos para limitar el beneficio de tasa reducida a los financiamientos desde el extranjero vía “back to back”, si el objetivo de dicho acuerdo es únicamente obtener la tasa reducida. Se prevé un impacto financiero por US$110 millones en régimen.
En cuanto a recaudación, se detalló que se estima que la reforma genere mayores ingresos netos por US$425 millones en régimen. En este marco, se planteó que el crecimiento económico sea la principal fuente de recaudación tributaria.
A principios de agosto, se aprobó la derogación del actual régimen atribuido y el paso a la reintegración del sistema tributario chileno, hecho que, en la práctica, anula uno de los aspectos centrales de la reforma de Michelle Bachelet.
Con el cambio, el 100% del impuesto pagado por las empresas podrá ser crédito para los impuestos finales de sus socios o accionistas. Según lo especificado por el Gobierno, ello beneficiará a cerca de 170 mil pymes y a más de 700 mil emprendedores que se encuentran en los tramos más bajos del impuesto global complementario y que se ven afectados con el sistema semi-integrado.
Otro punto aprobado fue el Régimen Pro Mipyme, que establece un sistema simplificado integral para este segmento, recogiendo y ampliando los beneficios del actual régimen Mipyme. El nuevo sistema se aplicará de manera automática a las empresas con ingresos de hasta 75.000 UF y les permitirá llevar una contabilidad simplificada y liberarse de una serie de registros tributarios.
El proyecto fue despachado finalmente por la comisión de Hacienda el pasado lunes 19 de agosto.
Fuente: 24horas.cl