En el año 1824, Diego de Almeyda descubrió el depósito mineral de las Ánimas, una futura mina con gran cantidad de cobre, haciéndose la primera exportación de este preciado mineral. Unos años más tarde,
Pedro Luján descubriría la mina El Salado, lo que dio por consecuencia la formación de un poblado el 26 de octubre de 1833.
Por este motivo tan relevante la posterior ciudad pasaría a llamarse “Chañaral de las Ánimas”. Esto provocó que en 1836 se construyera un puerto de embarque para este promisorio mineral.
El gran auge de Chañaral se iniciaría en 1860 cuando se inauguró la fundición de A. Edwards y Cia en el lugar de la actual hostería de Chañaral.
Su puerto es una bahía abierta y de poco abrigo, rodeado de una costa ligeramente acantilada con cerros medianos y pelados a su espalda. En ella desemboca la quebrada del Río Salado
Pasó a ser su pueblo asiento de municipalidad por decreto de 13 de setiembre de 1875. En el terremoto de 9 de mayo de 1877 sufrió serios estragos con la salida de mar que ocasionó este fenómeno, pero de
ellos no tardó en reponerse. Por la ley de 14 de enero de 1884 tomó el título de ciudad y fue erigida en capital de su departamento. Su nombre significa conjunto de chañares
Se hace mención a los devastadores efectos que dejaron los aluviones del año 2015 y 2017, situación que complicó a su población, pero gracias al coraje de su gente han sabido salir adelante, hablar de
Chañaral es hablar de verdadera historia, de remontarse al pasado y recordar a sus antecesores quienes dejaron un legado y que cada habitante ha tratado de conservarlo.
Hoy Chañaral celebra su aniversario de forma distinta, tiempos difíciles que vive el país y que sus habitantes solo desean que todo vuelva a la normalidad y que Chañaral sea el Puerto pujante, atractivo
y le tienda una mano a su gente.