Jacob Glanville es un científico estadounidense y gerente de Distributed Bio, laboratorio en el cual trabajan para elaborar un anticuerpo para el coronavirusque estaría listo en septiembre, mucho antes que cualquier vacuna.
“Lo que estamos haciendo es crear una terapia de anticuerpos. Puedes pensar en esto como una vacuna, excepto que con la vacuna inyectas pequeñas piezas del virus y luego el cuerpo de la persona reacciona a eso en 6 o 7 semanas para crear anticuerpos. Lo que yo estoy haciendo es saltarme todo ese proceso y creando el anticuerpo directamente”, dijo el especialista en conversación con 24 Horas.
Así, la compañía espera poder entregar esto a través de una inyección, generando una inmunidad que duraría hasta dos meses a los pocos minutos de su administración, incluso en pacientes que hayan contraído el virus y se encuentren enfermos.
“La vacuna no se la puedes poner a un paciente porque toma 7 semanas en actuar. Cuando haya hecho efecto, el paciente ya se recuperó o murió”, señaló el experto.
“Mientras que con un anticuerpo se lo das a un paciente y en 20 minutos está en su cuerpo y puede proteger y neutralizar el virus”, detalló Glanville.
De esta manera, el hombre asegura que los usos de su idea pueden aplicarse no solo a personas enfermas, sino que también a personal médico que asiste a personas y público en general.
Ejército y costo
La próxima fecha importante para este proyecto es el 13 de abril, día que la empresa enviará el anticuerpo al Ejército de Estados Unidos.
Esta entidad probará su eficacia no solo en contra del Covid-19, al igual que con otros coronavirus y el patógeno que gatilla el SARS.
“Asumiendo que cumplimos con las normas y la fabricación se da sin problemas, podríamos realizar un estudio en humanos durante el verano (invierno en Chile), que nos daría suficiente información para decirnos si la droga funciona”, anunció.
“Si funciona, podemos comenzar a liberarla a grupos más grandes a través de un mecanismo llamado ‘uso compasivo’, con el cual si hay evidencia que esto funciona y es seguro podemos liberarlo a cientos de miles de personas incluso antes de completar los procesos médicos adicionales”, detalló.
A su juicio, lo anterior es la forma más rápida de poder generar una cura para el n-CoV-2019, la que estaría disponible para todo el planeta a partir de septiembre, si es que todo sale bien.
“Nuestro objetivo es que todos tengan acceso a la medicina lo antes posible”, dijo el científico, quien destacó que el mecanismo de “uso compasivo” le entregará a cada país la posibilidad de distribuirlo en su territorio como deseen, siendo la única interrogante cómo se puede generar la cantidad necesaria para suplir la demanda que se generará.
“Lo que el mundo debería hacer ahora es que los gobiernos paguen por esto y lo liberemos a costo (…) los gobiernos deberían pagar por la producción masiva y deberíamos ser capaces de distribuirla a costo”, recalcó.
En concreto, a costo significa que uno o varios Estados financian un proyecto de esta categoría, con la capacidad de decidir o no entregarle una cierta cantidad de dinero como ganancia al laboratorio en cuestión.
“Normalmente, la medicina de anticuerpos es cara, alrededor de US$8 mil por tratamiento, asumiendo que una empresa de mil personas va a recibir grandes ganancias. Los costos reales son mucho más bajos, pueden ser de US$1.000 o US$500. Me gustaría que mi compañía recibiera algo de dinero, pero solo somos 30 personas, no necesito ganar miles de millones”, indicó.
Sin embargo, para Glandville este anticuerpo debería producirse al menor costo posible ya que a más valor teme que menos personas accedan a su protección.
“La razón por la cual elegí un anticuerpo es porque estamos apurados por encontrar una cura. Necesitamos una curapara proteger a nuestras familias, nuestra salud, pero también nuestra forma de vida y la economía mundial. Es muy importante que tengamos una nueva medicina, porque es muy contagioso”, complementó.
Fuente: BioBioChila