La empresa de servicios sanitarios Aguas Chañar pasó a llamarse oficialmente Nueva Atacama. Un cambio de nombre que, como adelantó la compañía a la comunidad días atrás, apela al cumplimiento de compromisos asumidos y al inicio de una nueva etapa para continuar su plan de mejoras en calidad y servicio en beneficio de la comunidad de la región.
Copiapó, Tierra Amarilla y Chañaral son las comunas que se están viendo beneficiadas con esta nueva etapa del plan de calidad, que comprometió mejorar, entre otras cosas, el sabor del suministro. De hecho, esta fue una de las principales solicitudes por parte de la comunidad y las autoridades regionales al momento que Aguas Nuevas sumara la compañía al grupo, en agosto de 2018.
Innovaciones
Una ampliación de cuatro a seis módulos en la planta de purificación de Placilla Sierralta y una serie de modificaciones en las redes actuales son parte de las transformaciones que se han implementado en Copiapó, con el fin de garantizar una buena distribución del agua potable en la ciudad y en sectores como El Palomar y Rosario.
Asimismo, la incorporación de una nueva planta de filtros, con un sistema de captación de agua superficial en el sector de Algarrobo, es parte de las novedades para Tierra Amarilla, posicionándose como la primera de su tipo en la región: la unidad será capaz de producir 70 litros por segundo para abastecer a la comuna y un sector de Paipote, con suministro de calidad.
Para Chañaral, en tanto, los cambios se enfocan en la búsqueda de una solución que permite enviar el agua potable desde la planta de purificación de Cancha Rayada -en Copiapó- hacia la localidad costera, lo que se logró por medio de un proyecto de ingeniería que garantiza la calidad del servicio.
“Nueva Atacama representa un nueva etapa en términos de compromisos, tanto en temas de infraestructura como de calidad y excelencia de servicio para la comunidad que atendemos en la región”, afirmó el gerente regional de la empresa, Carlos Barboza.
Este no es el único plan de inversión que ha ejecutado la compañía; en 2018 destinó UF 912.000 -casi $ 26.000 millones- en proyectos que también apuntaban a mejorar la calidad de vida de la comunidad, correspondiendo UF 600.000 -unos $ 17.100 millones en inversión solo en 2019.
“Estamos orgullosos del compromiso y desempeño que hemos tenido por parte de todos nuestros colaboradores en este nuevo desafío. Ese valor, se transmite en cada jornada de trabajo y en el logro de cada uno de los compromisos que nos hemos planteado como Nueva Atacama”, sostuvo Barboza.
La inversión proyectada para el 2020 es cercana a los $9.000 millones, siguiendo con apuntar a las mejoras que espera la comunidad para satisfacer las necesidades que esperan de la empresa.
Fuente: Nueva Atacama