Un 44% de las compañías mineras mundiales clasifican la Licencia Para Operar (LTO por sus siglas en inglés) como el mayor riesgo para su negocio, según el 12º estudio anual “Los 10 principales riesgos y oportunidades para la minería” desarrollado por EY.
La encuesta, realizada a más de 130 altos ejecutivos globales, vuelve a posicionar por segundo año consecutivo a la licencia para operar como su principal preocupación, en un contexto mundial en que se ha visto un aumento del nacionalismo, cambiantes percepciones de la comunidad sobre las faenas mineras e impacto del cambio climático con aumento de las temperaturas extremas, lluvias más intensas, inundaciones e incendios forestales.
“Estas licencias han evolucionado más allá del enfoque acotado a la documentación legal para operar una mina. Una visión limitada puede llevar a una empresa a desaparecer. Si no se consideran las perspectivas sociales, medioambientales y de las personas que están en su organización, esto puede afectar seriamente la habilidad para operar, porque la cantidad de actores involucrados está cambiando y creciendo a diario. Subestimar el poder de cada stakeholder puede ser un gran error”, explicó Eduardo Valente, socio líder para la Industria de Energía y Minería de EY Chile.
El ejecutivo añadió que “las mineras deben asumir la responsabilidad de su imagen, comunicando correctamente cuál es el valor que agregan a las comunidades cercanas a sus proyectos e involucrando a todas las partes a través de un enfoque integral en 360°”.
Por otro lado, el “futuro del trabajo” es el segundo mayor riesgo que enfrentan las mineras de acuerdo a la encuesta. “Es un gran desafío de las empresas determinar cómo será la fuerza laboral en el futuro y dónde pueden obtener estas habilidades más ligadas a la transformación digital: por medio de la formación de capital humano interno, trayendo desde el exterior, utilizando ambas formas, etc”, precisó el ejecutivo de EY.
Riesgos de alto impacto
Pese a que se ubica en quinto lugar, los “riesgos de alto impacto” están entre las centrales preocupaciones de la industria, ya que está muy relacionado a lo que está viviendo actualmente todo el mundo con el COVID-19. El estudio señala que los riesgos que pueden destruir una empresa tienden a ser inusuales y, como resultado, pueden no ser examinados en la mayoría de los casos. Sin embargo, algunos de estos riesgos pueden ser catastróficos en términos de destrucción de valor. Por ejemplo, la pérdida de confianza es posiblemente el mayor riesgo que un negocio puede enfrentar, ya que todo lo demás depende de ella.
“En el caso de la pandemia que estamos viviendo, el costo para una industria como la minera puede ser alto si es que no se puede seguir operando sus faenas. Las compañías tendrán el desafío de velar por la salud de sus colaboradores y a la vez buscar las alternativas para seguir funcionando. En este tipo de situaciones el rol de la tecnología e innovación es fundamental para encontrar herramientas que permitan operar a distancia o de manera remota, evitando al máximo el contacto entre personas y permitiendo la continuidad operativa”, concluyó Valente.
Fuente: portalminero.cl