Con mucha preocupación los vecinos de Barranquilla y de Islote Blanco, en la comuna de Caldera se comunicaron con Nostálgica para poder evidenciar una problemática que se viene repitiendo en el tiempo y que los mantiene en muy precarias condiciones de comunicación.
Este sector, ubicado a 66 kilómetros de Caldera, se organizó y lucho por varios años para poder tener cobertura de comunicaciones, ya sea de señal de celular como de internet.
Fue así como la empresa Movistar instaló una antena en las cercanías de estas caletas, lo que ayudó mucho en mantener la conectividad con esa zona, que en cada verano aumenta notablemente su población flotante.
El problema se comenzó a gestar cuando comenzaron los ataques por parte de delincuentes, que destrozaron el cierre perimetral y procedieron a robar los paneles solares, las baterías y todo aquello que pudiese ser reducido en el mercado negro.
Carlos Osorio, presidente del Comité Islote Blanco, relató a Nostálgica la situación vivida en este lugar:
Osorio relató que originalmente en esa torres de telecomunicaciones, que funciona con paneles solares había 48 baterías que permitían su funcionamiento, y en la actualidad ya solo quedan 10, ya que el lugar ha sido atacado en cuatro ocasiones por delincuentes.
Es de tanta importancia este sistema de comunicaciones para los vecinos, que ellos mismos han intentado reparar el cierre perimetral, con sus recursos propios, y temen por nuevos robos, lo que los dejaría completamente sin conexión con el resto de la región y el país.
La reparación realizada por la empresa a esta torre de telecomunicaciones se demoró más de un año, desde uno de los graves daños que se le ocasionaron a la estructura por parte de delincuentes, indicando Carlos Osorio que la misma torre está algo alejada de la propia comunidad, lo que dificulta que los propios vecinos hagan resguardo de la misma:
Los vecinos de Islote Blanco y Barranquilla han detectado en algunas ocasiones intentos de nuevos ataques y se han enfrentado a los delincuentes, pero temen sufrir algún daño en caso de situaciones más violentas.
Con estos datos, nuestro Departamento de prensa se puso en contacto con la Seremi de Transporte y Telecomunicaciones, desde donde señalaron que esa antena no es subsidiada por el Estado, correspondiendo a una estructura privada, perteneciendo a la empresa Movistar, por lo que en este caso es también víctima del accionar de la delincuencia, ya que sufren el robo las baterías e infraestructura ubicada en ese lugar.