Este sábado, Nostálgica tuvo la oportunidad de realizar la primera entrevista en exclusiva con el nuevo Obispo de Copiapó, el sacerdote de la Orden de la Merced, Ricardo Morales Galindo.
Así Copiapó dejó de ser “Sede Vacante”, para tener a su sexto obispo en su historia, donde anteriormente estuvieron Juan Francisco Fresno, Carlos Camus, Fernando Ariztía, Gaspar Quintana y Celestino Aos.
Ricardo Morales Galindo nació en San Fernando, Chile, el 11 de septiembre de 1972, (47 años), y según lo publicado por Iglesia.cl “Ingresó a la Orden de la Merced el año 1997. Profesó sus primeros votos como religioso el 7 de marzo de 1999 e hizo su profesión perpetua el 24 de junio de 2005. Fue ordenado sacerdote el 3 de marzo de 2006 en la Basílica de la Merced. Es Abogado, Bachiller en Teología y Licenciado en Educación por la Pontificia Universidad Católica de Chile, donde también obtuvo el título de Profesor de Filosofía. Es Magíster en Derecho de infancia, adolescencia y familia, por la Universidad Diego Portales.
En junio de 2018, fue nombrado por el Papa Francisco Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Puerto Montt, cargo que desempeñó hasta febrero de 2020. El 20 de junio de 2020, el mismo Papa Francisco lo nombró Obispo de Copiapó.
Vía Zoom, el Obispo Morales nos contó de su procedencia en el sur de país, nacido en San Fernando, pero a los pocos años se trasladó a Talca.
En la conversación nos relató cómo nació su interés por el sacerdocio, qué solo había viajado a Copiapó en dos oportunidades, siendo una de ellas en una visita al anterior obispo, Monseñor Celestino Aos, que actualmente es Arzobispo de Santiago.
Nos mencionó de su intención de “ensuciarse los pies recorriendo” la extensa región de Atacama, calificándose de “muy andariego” y con ganas de “Estar donde me necesiten”.
Reconoció un interés particular por conocer más profundamente la religiosidad popular que se profesa por medio de los bailes religiosos.
Reconoce que en Chile vivimos tiempos muy complejos, pero que espera que vitalidad le ayude a asumir este desafío de ser obispo en esta zona del país.
Morales dijo que aún no tiene definido su lema episcopal, pero que si tiene que buscar alguno, sin duda sería algo relativo al evangelio: “El evangelio es mi lema”.
Por último dijo que espera poder llegar a ser cercano a las comunidades, cercano al dolor y las necesidades de las personas en su ahora jurisdicción apostólica.