Haciendo gala de su inmensidad y complejidad, una vez más el universo ha arrojado señales que por mucho que la tecnología haya avanzado no conocemos mucho de el.
Desde Australia, un grupo internacional de astrónomos descubrió cuatro misteriosos anillos en el espacio, los que no pueden ser puestos ninguna de las categorías que manejan actualmente.
En una prepublicación alojada en arXiv, documento que fue enviado a revisión a la revista Nature Astronomy, los investigadores los bautizaron como “círculos de radio extraños”, u ORC, por su siglas en inglés (odd radio circles).
“Los elementos circulares son conocidos en imágenes astronómicas de radio, y usualmente representan un objeto esférico como los restos de una supernova, una nébula planetaria, una concha circunestelar, un disco protoplanetario o una galaxia de formación de estrellas”, escribieron en su documento los investigadores, consignó Science Alert.
A su juicio, lo anterior se trata de una nueva clase de objeto astronómico que fue descubierto por primera vez en 2013, hallazgo que quedó archivado.
A ese se sumaron tres nuevos resultados de la misma naturaleza realizados por el telescopio Australian Square Kilometre Array Pathfinder, los que ratificaron que lo anterior no fue un error de calibración.
De momento, el mismo equipo tiene otros seis objetos en la mira, los cuales todavía no son completamente analizados, pero que podrían calificar para transformarse en ORC.
De momento, los científicos saben que los ORC solo son visibles en ondas de radio, no en rayos X ni en radiación infrarroja, y que lo que sea que los causó sucedió en un pasado lejano y fuera de la Vía Láctea.
En el texto, también indicaron que sería posible que los ORC representen una nueva categoría de un fenómeno conocido, como una radiogalaxia o un blazar, pero vistos desde una perspectiva en particular, como si se tratara de un barril.
Otra alternativa, indicaron en el texto, sería que representen algún flujo salido de una radiogalaxia.