Este 22 de agosto se cumplieron 10 años desde que emergiera a la superficie desde el interior del derrumbe de la mina San José un pequeño papelito que llegó de esperanza y alegría a todo el mundo, de manera literal, ya que los ojos del planeta estaban puestos en la búsqueda de 33 hombres que había quedado atrapados bajo tierra, en una historia que ya todos conocen.
Este “trozo de hoja de papel cuadriculado, de ocho centímetros de ancho por 22,2 de largo, con un texto escrito con un marcador rojo, cuyos caracteres con espacios en blanco suman 33. El mensaje: “Estamos bien en el refugio los 33”, según una nota de la época, descrita por el sitio web del Patrimonio Cultural de Chile.
En el relato dice que “El breve escrito del minero José Ojeda, que el domingo 22 de agosto del año pasado emergió desde la Mina San José en Copiapó, dio cuenta del milagro de que los 33 mineros que llevaban atrapados 17 días a casi 700 metros de profundidad, estaban con vida. La noticia produjo la alegría de todo el país y fue divulgada en los medios de todo el mundo. De paso, el escrito se transformó en un documento histórico, que ya fue traspasado a la Dibam, que lo resguardará y conservará como parte del patrimonio del país”.
Actualmente, ese documento histórico está en el Museo Regional de Atacama, junto a otros artefactos y recuerdos del rescate de los 33.
Este domingo, uno de los 33 mineros rescatado, Jorge Galleguillos, en contacto con Nostálgica, recordó aquel episodio, mencionando que ha tenido la oportunidad de ver varios reportajes de televisión que recuerdan la aparición del mensaje, y al verlo indica que tiene emociones encontradas “entre pena y alegría”:
Galleguillos recordó que varios de los mineros atrapados pensaban en “dar golpes a los fierros y quizás pintar las sondas” con la intención dar señales de vida, pero que estando al interior de la mina él no tuvo conocimiento del mensaje, hasta que posteriormente supo este “papelito” y el impacto que generó en la superficie.
En la conversación, Jorge Galleguillos puso su interés en poder darle más atención al Centro de Interpretación del Rescate de los 33, que está ubicado en un sector de la Mina San José, donde se produjo el rescate, ya que no se le ha dado el auge que debería tener.
El minero indicó que posteriormente se pudo enterar de las cadenas de solidaridad que se generaron en apoyo de las familias y amigos que estuvieron en el Campamento Esperanza, en vigilia, a la espera del rescate, donde mucha gente ayudo, entre taxistas y panaderos, por solo mencionar a algunos “donde todos aportaban con un granito de arena”.
Al finalizar, aclaró que “no todos recibieron grandes cantidades de dinero” como algunos creen, por lo que es muy importante informarse bien y conocer la realidad de lo que pasó luego del rescate.