Durante este año, la pandemia del Covid-19 nos ha obligado a replantearnos nuestros hábitos y costumbres, la forma de relacionarnos con nuestro entorno y de cómo tenemos que seguir viviendo en sociedad. El sector inmobiliario no ha estado ajeno a estos cambios, donde existe un antes y un después de las cuarentenas vividas en el país.
Actualmente muchos chilenos se están replanteando las prioridades o características de los espacios donde viven o quieren vivir. En el contexto que nos encontramos, la vivienda cobra una importancia vital -sobre todo en la Región Metropolitana- donde la etapa de desconfinamiento ha generado que las cotizaciones de arriendos de departamentos se hayan disparado en un 61% en el último trimestre, según datos entregados por un estudio Marketplace de Yapo.cl.
Son muchos los factores que los nuevos arrendatarios están tomando en cuenta al momento de elegir un nuevo departamento o lugar para vivir. Uno de ellos es la luminosidad y la orientación del departamento, aspectos que se vuelven trascendentales para desarrollar una vida dentro del inmueble. Por otro lado, la distribución de los espacios interiores, para llevar a cabo nuevas labores -como es el teletrabajo desde el hogar- se vuelven esenciales para encontrar el lugar perfecto.
Muchos valoran una cocina amplia que les permita desarrollar actividades culinarias de forma cómoda, o el contar con una terraza extensa para tener un mayor espacio exterior en el hogar. Ambas opciones están cobrando una gran importancia en la búsqueda de un lugar para vivir, en desmedro -por ejemplo-, de la ubicación de éste. Antes de la llegada del Covid-19 a Chile, se priorizaba mucho que el inmueble estuviera relativamente cerca del lugar de trabajo, hoy esa opción ha quedado un poco desplazada por otras prioridades.
Otro caso destacable es el aumento de la demanda de casas, así lo corrobora el estudio Marketplace de Yapo.cl, antes mencionado. La demanda por este tipo de viviendas ha aumentado en un 21% a nivel nacional, principalmente porque muchas familias tuvieron dificultades en separar óptimamente los espacios compartidos durante las cuarentenas, donde muchas personas no contaron con una zona exterior que les permitiera llevar el encierro de mejor forma.
Sin duda alguna, este año 2020 ha sido un año de grandes aprendizajes en el arriendo de viviendas. Transformaciones que se han visto reflejadas en nuestros clientes, los cuales son cada vez más minuciosos y detallistas a la hora de escoger su próximo hogar. En Tattersall Arriendos, hemos sabido ir adaptándonos a estos cambios y ser una ayuda real y efectiva para las personas que continúan en la búsqueda de un mejor lugar para vivir en estos tiempos de incertidumbre y de cambios de paradigmas.
Sandra Betancur
Subgerente de Arriendos de Propiedades
Tattersall GDA
