Unas mi personas irrumpieron este sábado en el Congreso de Guatemala y quemaron parte de sus instalaciones en medio de protestas contra el presidente Alejandro Giammattei y el Poder Legislativo por la aprobación de un presupuesto general de la nación para el próximo año, que redujo fondos para la educación, salud y lucha por los derechos humanos.
Los hechos de violencia tuvieron lugar en momentos en que alrededor de 7.000 personas se manifestaban frente al Palacio Nacional como parte de una protesta convocada anticipadamente y en la que los guatemaltecos también repudiaron la corrupción.
“Nos indigna la pobreza, la injusticia, cómo se han robado el dinero del pueblo”, señaló Rosa de Chavarría, profesora de psicología de la universidad pública de San Marcos de Guatemala.
Los bomberos dijeron que una parte importante de la sede del Congreso fue consumida por el fuego, específicamente la sección adonde ingresan las propuestas de ley.
De acuerdo con reportes de los medios, se registraron varios heridos e intoxicados por los gases lacrimógenos lanzados por la policía y el humo de las llamas dentro del edificio legislativo. Los bomberos atendían a los afectados.
La protesta también se dirigía contra la Corte Suprema de Justicia por tramitar el retiro de inmunidad a magistrados constitucionales, que con sus fallos han frenado varios intentos de políticos por detener la lucha contra la corrupción e impunidad. Asimismo contra la fiscal general Consuelo Porras por haber solicitado el retiro de inmunidad de los magistrados constitucionales y su falta de acción en persecución penal en algunos temas de corrupción, según los críticos.
PRESUPUESTO APROBADO EN LA MADRUGADA
Lo que colmó la paciencia de la ciudadanía guatemalteca fue el manejo que se le dio a la discusión del presupuesto en el Congreso, que terminó aprobando unos 12.700 millones de dólares la madrugada del miércoles mientras la población dormía.
El presupuesto aprobado por 116 de 160 diputados en el Congreso, entre diputados oficialistas y aliados, redujo dinero en temas para la atención primaria a pacientes de COVID-19, educación, lucha por los derechos humanos, la atención a nutrición, entre otros. En contraste, fortaleció ministerios como Infraestructura y Vivienda que en gobiernos anteriores han sido botín de corrupción.
“Siento que nos roban el futuro, no vemos que hayan cambios, esto no puede seguir así”, señaló Mauricio Ramírez, un estudiante universitario de 20 años.
Aunque la protesta está convocada para las 2 de la tarde, cientos de personas empezaron sus manifestaciones desde horas de la mañana.
El sábado, cientos de personas en varios departamentos del país, con pancartas y mantas, exigían vetar el presupuesto, transparencia en el gasto público y control a los diputados, varios de ellos señalados en actos de corrupción.
En redes sociales varias fotografías muestran a guatemaltecos en Argentina o Alemania frente a las sedes diplomáticas de Guatemala en esos países uniéndose a la protesta.
Una pareja de esposos que minutos antes se casaron en la catedral metropolitana, que se encuentra frente a la Plaza de la Constitución —lugar que centrará la protesta más grande en la capital guatemalteca— se hizo fotografías vestidos de novios, frente a un cordón policial que resguarda el Palacio Nacional.
“Nos casamos acá, ya teníamos fecha, no sabíamos que iba a darse manifestación, y entonces como no estamos de acuerdo con lo que está pasando en el congreso y con el gobierno, decidimos venir a tomarnos unas fotos acá”, dijo a periodistas el recién casado, que solo se identificó como Fernando.
En 2015 diversos sectores de la sociedad guatemalteca salieron a las calles de forma pacífica en rechazo a las denuncias de corrupción en el gobierno del general Otto Pérez Molina. Las protestas llevaron a la renuncia de Pérez Molina, de su vicepresidenta Roxana Baldetti y de los miembros de su gabinete. Tanto el exmandatario como Baldetti están presos a la espera de juicios por varios casos de corrupción.