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Casas prefabricadas se perfilan como solución al creciente déficit habitacional en Chile

Más de dos millones de personas en el país enfrentan dificultades porque la oferta de viviendas no satisface las necesidades del mercado. En ese contexto, esta modalidad de construcción podría entregar respuestas tanto por la rapidez de edificación como por sus precios competitivos.

Según un análisis de la Cámara Chilena de la Construcción, en Chile existe un déficit habitacional que afecta a 2,2 millones de personas, esto quiere decir que la oferta de viviendas existentes no alcanza a cubrir la demanda de la población. Además, cada año el valor de las viviendas aumenta, haciendo menos accesible el sueño de la casa propia.

No obstante, con el desarrollo de nuevas tecnologías de la construcción, en un futuro no muy lejano la solución a estos problemas puede recaer en la construcción de casas prefabricadas. Una de las grandes virtudes de esta modalidad es el tiempo empleado en su construcción. Mientras la edificación clásica puede sobrepasar el año, el ensamble de las casas preconstruidas tarda en promedio un mes.

“Tienen beneficios por donde se les mire. Menor costo de producción, menor tiempo de construcción, pueden ser amigables con el medio ambiente, entre otras muchas cosas”, señala Enzo Langer, especialista del rubro inmobiliario chileno.

Optimización de tiempos y valores

La reducción en las demoras de los procesos de construcción en este formato se explica principalmente porque los materiales utilizados, como paredes, techos y suelos, están previamente elaborados de forma industrial, por lo que solo se requiere de un proceso de ensamble. Lo que más toma tiempo es establecer las conexiones de agua y electricidad.

De igual forma, el desarrollo tecnológico parece haber acortado aún más los tiempos: “El rubro de las casas prefabricadas ha evolucionado mucho en estos últimos años. Tanto es así que hay empresas en el mundo que imprimen casas en 3D, con periodos de entrega de solo 24 horas, algo que era impensado para muchos”, explica Enzo Langer.

Al mismo tiempo, otro de los aspectos que hacen prever que el futuro de las construcciones se podría inclinar por esta modalidad, guarda relación con los valores. La elaboración de casas prefabricadas implica un proceso mucho menos costoso que la construcción de una vivienda tradicional, principalmente porque se necesita menos recurso humano y porque los materiales normalmente tienen menor costo.

“Comparativamente, la construcción de casas prefabricadas es mucho más barata que la tradicional. La mano de obra es menor y el coste por materiales también lo es. En el futuro, también es probable que tampoco se necesite de la acción humana para su armado. El único gran problema que podría existir es encontrar el terreno en donde construir. Pero si el Estado interviene y contribuye a la descentralización, es probable que las personas puedan comprar terrenos en otras regiones, sin miedo a quedar lejos de sus fuentes de trabajo y abastecimiento”, concluye Enzo Langer. 

Fuente: Natalia Rosales Garrido, periodista.

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