Solek realizó un balance “extremadamente positivo” de los avances exhibidos por la industria energética chilena en materia de energías limpias durante 2020.
A diferencia de otros años de gran volatibilidad en que la baja en el precio de combustibles fósiles generaba una mayor demanda, en 2020 ocurrió lo contrario, y en lugar de optar por petróleo o gas, muchos mercados apuntaron a las fuentes de energía limpia, como la solar.
En este contexto, el CEO de Solek Chile, Víctor Opazo señaló que “el año 2020 fue un período lleno de grandes desafíos y de un notable crecimiento. Actualmente la energía fotovoltaica está consolidada con doble dígito de participación en la matriz energética y todo indica que esa cifra continuará aumentando”.
En el caso de Solek, la compañía tiene previsto alcanzar 500 MW de capacidad instalada durante los próximos tres años, 400 MW adicionales a los que ya tiene implementados actualmente a través de pequeños parques solares emplazados entre las regiones de Coquimbo y el Ñuble.
No obstante, la compañía de origen checo también tiene previsto comenzar con proyectos de gran escala, como es el caso de Leyda, que se ubicará en la Provincia de San Antonio y que tendrá una capacidad instalada de 96 MW, además de otros dos proyectos en la Región de Atacama, de 60 MW y 100 MW, respectivamente.
De esta forma, y desde su entrada a Chile el año 2015, Solek continuará incrementando su participación en un mercado altamente competitivo, pero que ofrece grandes oportunidades de consolidación gracias a una regulación clara y que permite la inversión a largo plazo, además de un objetivo definido en cuanto a la descarbonización de la matriz, y a condiciones naturales perfectas para el desarrollo de nuevos proyectos.
Fuente: portalminero.cl