Hace casi dos semanas el Gobierno de Pakistán dio una lamentable noticia. Juan Pablo Mohr, el exitoso deportista chileno que estaba desaparecido en el K2 (8.611 metros) junto a otros dos alpinistas, fue declarado muerto.
Tras días de luto, hoy -aparte de hablar del tremendo legado que deja para el deporte nacional- hay una interrogante importante y tiene que ver con el rescate de los cuerpos.
De hecho, la idea ya está instalada. La semana pasada, un Comentarista de Emol le preguntó a Mauricio Purto sobre la chance de organizar a futuro una expedición chilena al K2 para encontrar los cuerpos y en entrevista con EmolTV el experimentado montañista respondió.
¿Qué tan posible es? “Lo veo factible. Es muy romántica y hermosa la iniciativa de ir a buscar a Juan Pablo al K2. Estoy dispuesto a promoverlo“, dijo Purto, quien de todas formas reconoce que es una misión muy difícil.
Tan duro es el panorama, que hay quienes piensan que quizás nunca se encuentren los cuerpos de los tres alpinista o que aparezcan después de años.
“Hay una posibilidad de que los puedan encontrar ahora en la primavera que son las expediciones comerciales, pero también existe la posibilidad de que nunca aparezcan porque ha pasado. Hay gente que ha desaparecido en estos ‘ochomiles’ y hasta el día de hoy no se han encontrado. A veces pasan años y luego los encuentran“, dijo el joven especialista en alta montaña Eduardo Cordeviola.
Si bien es una tarea compleja, de igual forma hay opciones. Ya hace días, el primo de Juan Pablo, Federico Scheuch, quien estuvo en Pakistán coordinando la búsqueda del alpinista, habló al respecto y confirmó la intención de volver al K2.
“Queremos preparar una expedición para el verano, ahí es más fácil poder subir este cerro. Nuestra hipótesis es que están en el Cuello de Botella, que es muy alto, sobre 7.800 metros”, señaló a Emol.
Desde la Federación de Andinismo de Chile también se refirieron a esta posibilidad.
“Podría ser factible. En Chile hay bastantes buenos montañistas que podrían hacer una cumbre, pero no sé si tan rápido como decir en seis meses más que llegará el verano de ellos, para poder levantar una expedición de esa envergadura hay que considerar factores externos como la preparación física, aclimatación y que es un trabajo que se hace por lo general a lo largo de un año al menos”, sostiene Juan Carlos Véliz, vicepresidente de la federación.
“No es tan descabellado en el fondo. Habría que buscar información como las imágenes, los sectores y los puntos donde podría estar Juan Pablo, porque después, si esto llega a ser exitoso, bajar un cuerpo de esa altura no es fácil tampoco. A 7.800 metros el bajar el cuerpo se necesita ayuda extra. No es solo de los escaladores“, cerró.
Ahora habrá que esperar para ver si a futuro se concreta una expedición de búsqueda. Eso sí, uno que también piensa intentarlo es el pakistaní Sajid Ali Sadpara, hijo de uno de los otros dos alpinistas desparecidos.
Fuente: Emol.com