A más tardar en julio -y por al menos nueve meses- iniciará su trabajo la Convención Constitucional tras definirse el fin de semana pasado quiénes serán sus 155 integrantes. Y a pesar de las aprensiones que se instalaron cuando se inició el proceso constituyente, hoy desde el Congreso valorizan su rol y enfatizan la importancia que tendrá el trabajo legislativo en paralelo a la redacción de una nueva Carta Fundamental.
Entre los parlamentarios hay especial coincidencia en recalcar las diferencias de las atribuciones entre ambos organismos, junto con enfatizar una lista de proyectos -que son materias de ley- que deberán tramitarse antes de fin de año.
Ahí por ejemplo aparece el Presupuesto 2022 que debe estar evacuado en noviembre y que ahora tiene la particularidad de recoger toda la crisis del 2021 y dejarlo preparado para un próximo Gobierno. También se cuentan todos los relativos a la reactivación del empleo y la economía nacional. En lo inmediato está el salario mínimo que ya se discute en la Cámara de Diputados. Y a todos ellos se les suman otros más controversiales como la reforma a carabineros o el que crea un impuesto por única vez a los altos patrimonios (“súper ricos”) o una alternativa para mayor recaudación tributaria, entre otros.
“Las prerrogativas que tiene el Congreso y la Convención no se contraponen a sus respectivas funciones. Los constituyentes electos tienen como misión única redactar la Constitución, nosotros tenemos la obligación de elaborar políticas públicas para el momento”, planteó a Emol el presidente de la Cámara, diputado Diego Paulsen (RN).
El representante de la Corporación indicó que “lo que nos corresponde ahora, en un futuro próximo, es sacar adelante la legislación que establezca un aumento de ingreso mínimo, la Ley de Presupuesto para el próximo año y los ‘mínimos comunes’ que debemos consensuar junto a la oposición para dar respuesta a las miles de familias de clase media y las pymes que han sufrido en gran medida los efectos económicos derivados de la pandemia”.
Postura similar expresó su par del Senado, Yasna Provoste (DC), quien también manifestó el ánimo colaborativo que existe entre sus pares e favor de los convencionales. De hecho, ella transmitió por sus redes sociales un video el lunes desde dependencias del ex Congreso en Santiago, donde se desarrollará el Pleno de la Convención, para darles la bienvenida.
“Vamos a colaborar con todo lo que esté a nuestro alcance para que el desarrollo de la Convención Constituyentes se haga de buena manera (…). Nosotros entendemos la autonomía y que tenemos responsabilidades distintas y esperamos que esta relación sea siempre una relación de colaboración”, dijo agregando que “todos nosotros tenemos que colaborar para que la Convención Constituyente tenga todas las herramientas, todas las facilidades para desplegar su trabajo“, sostuvo.
La líder del Senado destacó que ambas instituciones “tienen su autonomía” aunque “un propósito común”. Pero subrayó que “esperamos que todo aquello que tiene ver con reformas constitucionales sea un trabajo que más bien impere en las deliberaciones de la Convención Constituyente”.
El también falangista y ex presidente de la Cámara, diputado Iván Flores, coincidió con la actitud de colaboración que debe tener el Congreso como institución. Mientras que respecto de la agenda legislativa planteó que se deben considerar proyectos como “el impuesto a los súper ricos o una reforma tributaria. Probablemente también tengamos que ver una reforma a Carabineros, que si el Gobierno no la presenta, tendrá que ser una iniciativa parlamentaria”, esto además de una reforma previsional y otra a la salud.
Por su parte, el jefe de bancada del PPD, diputado Raúl Soto, sostuvo que “el Congreso debe respetar la autonomía y funciones de la Convención Constitucional y viceversa. Ambas instituciones tienen roles distintos; el mandato de la Convención es redactar la nueva Constitución y el del Congreso legislar, no veo razón para que existan inconvenientes entre ambas instituciones”
Mientras que “el principal rol del Congreso debe ser seguir legislando en materia de crisis sanitaria, económica y social, que es un problema actual que debemos ayudar a superar y no tiene mucho que ver con el rol de la Convención”.
Elecciones parlamentarias de noviembre
Junto con las elecciones presidenciales, en noviembre también se elegirán senadores y diputados -de hecho se completará el proceso que terminó con el binominal y la Cámara Alta pasará de 43 a 55 integrantes-, algo que también tienen en cuenta los legisladores ante los cambios que podrían hacer los convencionales.
De todos modos, entre las limitaciones que se pusieron al órgano constituyente se fijó que no puede poner término anticipado al período de las autoridades electas en votación popular, salvo que aquellas instituciones que integran sean suprimidas u objeto de una modificación sustancial. Para eso, en la Nueva Constitución -que además debe ser validada en 2022- se debe establecer el modo en que estos cesarán o continuarán en funciones.
La subjefa de bancada del Partido Comunista, Karol Cariola, señaló que durante los nueve meses o un año que trabaje la Convención, “el Parlamento debe continuar desarrollando su trabajo normalmente, hay varios aspectos legales que tienen que ver con la coyuntura, con modificaciones y por lo menos en eso tenemos un trabajo importante que hacer”.
La parlamentaria enfatizó que para eso se trabaja en buscar la paridad del nuevo Congreso, escaños reservados y permitir la posibilidad de que los independientes puedan agruparse en listas.
El jefe de bancada de la UDI, Juan Antonio Coloma, destacó que “al Parlamento que viene le queda mucho tiempo” y además será éste “el que tendrá la tremenda labor de actualizar muchas normas que van a quedar fuera de aplicación por la Nueva Constitución”.
Fuente: Emol.com
