Estuvo cerca de una hazaña. Yasmani Acosta quedó a las puertas de darle su primera medalla en 13 años al Team Chile en unos Juegos Olímpicos, pero por ahora no pudo ser.
El chileno, de origen cubano, cayó en una apretada semifinal de la lucha grecorromana en Tokio 2020, categoría 130 kilos, ante el georgiano Iakobi Kajaia, la que solo se decidió por puntos a favor del europeo.
Acosta comenzó arriba en este combate, llegando 1-0 en ventaja al descanso. Sin embargo, Kajaia logró puntuar para emparejar la cuenta y así quedó con el desempate a favor. Al final, el duelo quedó igualado, pero como el hombre de Georgia fue el último en sumar puntaje, se llevó el triunfo de forma dramática.
“Hay que seguir batallando, dar el máximo en lo que viene para ganar la medalla. Tengo que ser más agresivo, más táctico y más concentrado“, dijo Acosta en conversación con TVN tras su dolorosa caída en la antesala de la final, donde esperaba el imbatible cubano Mijain López.
En esa línea, el chileno-cubano deslizó una crítica a los jueces: “Se decidió por un detalle, me sentí superior que él, lo vi y lo sentí así, pero los árbitros vieron otra cosa“.
Acerca de la lucha por el bronce, Acosta sentenció que “quería estar en la final, pero lo que importa es ganar una medalla para Chile y eso es lo que voy a buscar“.
¿Y cómo es ese camino? No es tan simple como se cree. Porque en la lucha grecorromana, el tercer lugar se define por una especie de playoffs. Es decir, los que perdieron en semifinales esperan por los ganadores de unos repechajes para decidir a los que se llevarán los dos bronces en disputa.
En dicha instancia, Yasmani Acosta espera por el ganador de una lucha entre el ruso Sergei Semenov y el finlandés Elías Kuosmanen, que se llevará a cabo este lunes a las 7:10 horas de la mañana. Si vence, se llevará la presea, que en esta prueba entrega dos bronces.
Fuente: Emol.com
