El programa de recuperación y mejora de espacios públicos “Quiero mi Barrio” del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo (Minvu), celebró este jueves su 14° aniversario en la región de Atacama.
Durante la actividad, que se efectuó en el sector Canchas de El Palomar, en Copiapó, el delegado presidencial, Patricio Urquieta, manifestó que el desarrollo de este programa en beneficio a las comunidades lleva 15 años en el país, y 14 en la región de Atacama.
La autoridad, detalló, que el programa lleva hasta la fecha 21 iniciativas en la región. “Hoy día, ya se está instalando tanto en la comuna de Chañaral, en el sector aeropuerto, está en Caldera, Tierra Amarrilla, Huasco, Vallenar, y responde a un orgullo que tiene la gente porque cumple distintos anhelos”.
Urquieta, además explicó, que este programa contempla la transformación de espacios, así como la creación de canchas y todas aquellas mejoras que las comunidades plantean como prioritarias para optimizar su barrio.
Por su parte, el seremi del Minvu, Pedro Ríos, informó que a la fecha, Atacama se encuentra en el proceso de admisibilidad y selección de los nuevos “Quiero mi Barrio”, y que en este caso, la provincia contempla dos.
Ríos explicó que, para el proceso de postulación, cada municipio arma su expediente radial, de acuerdo a las inquietudes de las Juntas de Vecinos, y en base a eso y otros parámetros, se realiza la selección final.
Al respecto, Urquieta, además indicó que, antes para poder postular a este programa las comunas requerían alrededor de 50 mil habitantes, pero hoy día, se requiere 9 mil o más.
Mientras que Evelyn Olmos, presidenta del consejo vecinal del Barrio El Palomar, indicó que en estos tres años de desarrollo del programa se logró la recuperación de dos parques, y multicanchas.
Este programa permite una transformación urbana para una mejor calidad de vida, construyendo barrios más amables, inclusivos y con una mirada que releva la participación ciudadana como elemento fundamental para revitalizarlos. Este Programa nació el año 2006 como una forma de mejorar la calidad de vida de las personas a través de un proceso participativo que involucra al municipio y la propia comunidad beneficiada, permitiendo así la recuperación de los espacios públicos, el equipamiento y el fortalecimiento del tejido social.