75% de la población atacameña será beneficiada con la primera planta desalinizadora de agua de mar estatal en Chile, que permitirá enfrentar la crisis hídrica que vive la región, así lo afirmó el gerente Desarrollo Econssa Chile, Fernando Velásquez.
En conversación con Nostálgica, Velásquez indicó, que uno de los grandes objetivos de esta planta es mejorar la calidad del agua.
Este proyecto consiste en la extracción de agua de mar y su desalinización en una planta de osmosis inversa (proceso en el que se obtiene agua dulce del agua salada), desde donde el agua desalinizada será impulsada a los distintos puntos de abastecimiento de la población mediante acueductos, explicó Velásquez.
Se espera que a mediados de noviembre de este año comience a funcionar la primera etapa de la planta, que está siendo construida en el sector Punta Zorro, en Caldera, y que asegurará el suministro hídrico a las comunas de Tierra Amarilla, Copiapó, Caldera y Chañaral.
Ante las inquietudes realizadas por los auditores a Nostálgica, de cuál será el monto a cobrarse con este nuevo proceso al suministro hídrico en la región, Velásquez respondió, que “lo que se vaya a cobrar simplemente es por la operación”.
En este contexto, Velásquez explicó que el servicio de agua potable y alcantarillado están regulados por la Superintendencia de Servicios Sanitarios, ente regulador que fija las tarifas para los clientes cada cinco años.
Velásquez, además explicó, que Econssa, es una empresa Concesionaria de Servicios Sanitarios, sociedad anónima de propiedad del Estado de Chile, que desarrollará, de la mano de Nueva Atacama, la tarea de garantizar el suministro hídrico a las familias de la región.
El proyecto ejecutado por el Ministerio de Obras Públicas, fue concebido con un costo total estimado de US$ 250.000.000.
Desde hace un par de años a la fecha que la zona centro-norte del país enfrenta una profunda crisis hídrica. Un panorama que ha obligado a las autoridades a decretar «Zona de Catástrofe» en comunas de las regiones de Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins y El Maule, donde ya conocen sus nocivos efectos. Un complejo escenario que ha afectado a industrias como la agricultura, la ganadería y que de no tomarse las medidas adecuadas para contrarrestar esta sequía, podría afectar directamente al consumo humano en el corto o mediano plazo.