Repasa lo que no captaron las cámaras en el título de la UC.
La Universidad Católica goleó 3-0 a Everton en Viña del Mar y de esta forma logró su primer tetracampeonato. El conjunto cruzado celebra una vez más, tras los títulos conseguidos en 2018, 2019 y 2020. La estrella número 16.
En Sausalito, eso sí, pasaron cosas que no captaron las cámaras. Repasa a continuación lo que no se vio del título franjeado…
El caos para entrar
Según información preliminar, a las 15:00 horas se abrían las puertas del coloso de Viña. Sin embargo, cuando el reloj marcaba las 16:30, todavía los hinchas cruzados no podían ingresar a la galería laguna.
Un caos total, considerando el calor que hacía y los miles de fanáticos agolpados a la entrada.
Finalmente, a eso de las 16:45 empezó a entrar la gente al Sausalito. No sin antes repudiar la lenta organización de los encargados. La ansiedad del título.
Alejandro Tabilo presente
Sin grandes flashes ni cámaras sobre él, el tenista chileno Alejandro Tabilo fue testigo del primer tetracampeonato de Católica.
Con su camiseta de Everton, el dorsal 166 y el nombre “Tabilo”, el 135 del mundo se sentó junto a su hermano y disfrutó del espectáculo en marquesina, alentando -a juzgar por su vestimenta- al cuadro viñamarino.
El “Jano” ya cerró su temporada. Está en Chile y dejó en claro que no todo es tenis.
Caballo descontrolado
Sumado al alboroto para entrar a Sausalito, otro peligroso episodio se dio cuando los miles de fanáticos cruzados estaban agolpados a la entrada del estadio.
Un caballo de carabineros se descontroló y corrió desaforadamente por un sector enrejado. Todo esto ante la atenta mirada de algunos asustados hinchas.
Afortunadamente para los forofos, el equino no traspasó las vallas. Sin embargo, la policía tardó algunos minutos en calmarlo.
El error del locutor del estadio que no perdonaron los hinchas
Corría el 69′ y toda la fanaticada de Católica gritaba. ¿Por qué? Paulucci llamaba a Diego Buonanotte. El argentino, muy querido por todos en la UC, ingresaba al campo.
Sin embargo, un error del locutor del estadio hizo que la gente verdaderamente explotara. “Cambio en Universidad de Chile”, se escuchó desde el altoparalante.
Epítetos de todos los gustos le llovían al culpable, que no tardó un minuto en enmedar su error y recitar bien sus palabras. Los hinchas igual no lo perdonaron.
El minuto 15
Pese a que a Católica le bastaba el empate para titularse tetracampeón, igualmente había orejas puestas en lo que pasaba con Colo Colo.
Minuto 15 y se escucha un ensordecedor festejo desde todas las tribunas de Sausalito. Gol de Antofagasta y perdía el Cacique.
A esa altura ya la tranquilidad se sentía. Paulucci, eso sí, ni se inmutó y siguió dando instrucciones en su intenso estilo.
El desaire a históricos de Everton
El histórico jugador evertoniano, campeón en 1976, Erasmo Zúñiga, se indignó. Tuvo que abandonar Sausalito ya que las localidades habilitadas para leyendas ruleteras se vendieron.
El propio Zúñiga lo explicó en radio UCV: “Siempre nosotros teníamos un lado en bajo marquesina reservado para los ex jugadores, campeones, siempre estuvo. Hoy no está porque se vendieron esas localidades, entonces no es posible, creo que es una falta de respeto de la gente que tiene a cargo el presidente. Ahora nos vamos, lamentablemente es así. Vale más el dinero que el lugar que nos ganamos en la cancha”.
Los encargados le dijeron que se fuera a tribuna Andes, sector repleto de hinchas cruzados. Zúñiga optó por irse indignado. Lo mismo para Mario Salinas, otro mítico del Oro y Cielo.
El cariñoso abrazo de Germán Lanaro
Cuando ya el césped del Sausalito era una fiesta, una cariñosa postal se robó las miradas. Un guardia de seguridad no se avergonzó, se saltó algún protocolo -quizás- y procedió a darle un fuerte abrazo al cruzado Germán Lanaro.
El defensor se asombró, pero le respondió el gesto y terminaron conversando. Una de las bonitas imágenes de la celebración.
Los festejos restringidos, pero con los hijos
Pitazo final y algarabía cruzada. El tetracampeonato ya era un hecho. Los jugadores no demoraron en crear una verdadera fiesta: Saltos, festejos y cánticos a la hinchada que repletó el Susalito.
Por el covid no se pudo dar como en otras ocasiones. Los hinchas y otros medios de comunicación no pudieron ingresar a la cancha. Los que sí tuvieron el privilegio de vivirlo de adentro fueron los hijos, esposas y familiares de los campeones.
Niños jugando, ambiente familiar y muchos festejos. “Champañazos”, manteo a Paulucci y extrema felicidad.
El aplausómetro siempre con Zampedri y Paulucci
Si de aplausos se trata hay dos ganadores: Fernando Zampedri y su DT Paulucci.
Se escuchó bien claro cuando el locutor entregó las formaciones antes de que partiera el duelo y luego en la ceremonia de premiación cuando el tetracampeonato ya era un hecho.
El delantero no hizo más que reconocerle a su hinchada cada vez que fue vitoreado y Paulucci hizo lo propio. El aplausómetro estuvo con ellos.
Los entusiastas hinchas…
Una vez que la fiesta ya estaba instalada en la cancha de Sausalito, los campeones fueron a celebrar con la hinchada, mayormente con los del sector Laguna.
Bengalas se prendían con decenas de fanáticos agolpados intentando tocar la copa, a los futbolistas o derechamente pasarse al campo.
Algunos lo lograron, mientras otros fueron duramente reprendidos por la seguridad presente. Igualmente no opacó la algarabía que se vivió.
Fuente: Emol.com