Anoche fue la última, y con esta, han sido 35 veces que delincuentes han ingresado a robar al jardín infantil Happy Baby, ubicado en el centro de la ciudad de Copiapó.
Con mucho esfuerzo su sostenedora, Erika Soto, ha tratado de sacar adelante este emprendimiento, pero su esperanza de poder mantenerse se diluye cada vez que sujetos ingresan a su establecimiento. Ahora, en el más reciente ingreso a las dependencias del jardín infantil, y sin tener más que llevarse, los delincuentes optaron por robar las cañerías de cobre de la instalación de agua potable, romper espacios destinados para la atención de los párvulos y docentes y material pedagógico, entre otras cosas, todo avaluado en aproximadamente dos millones de pesos.
Erika Soto apunta a una propiedad abandonada que colinda con su jardín infantil, y que es por ahí donde ingresan los sujetos a robar, situación que además ha sido víctima otro de los vecinos del sector
La sostenedora del establecimiento parvulario, indica que durante todo este tiempo de pandemia ha estado cerrado debido a que disminuyó su matrícula. Aun así, se acogió a la ley de protección al empleo, manteniendo los costos asociados a las leyes sociales de sus trabajadores, pero sin ingresos, causando un perjuicio económico para su emprendimiento.
Un calvario que ha vivido Erika, y que ahora solo espera que los entes competentes puedan hacer su trabajo y pongan freno a esta situación que se ha vuelto sistemática en el último tiempo, afectando la convivencia y diario vivir de todo el sector aledaño a este establecimiento educacional.