El texto ingresó en la administración de Michelle Bachelet y el Presidente Piñera pidió en julio pasado al Congreso tramitarlo con discusión inmediata.
“No puede ser que los prejuicios antiguos sean más fuertes que el amor”, dijo en agosto del año 2017 la ex Presidenta Michelle Bachelet cuando envió al Congreso el proyecto con el que buscaba permitir el matrimonio igualitario.
“Hoy pienso que debemos profundizar sobre el valor de la libertad, incluyendo la libertad de amar y formar familia con el ser amado”, señaló en tanto el Presidente Sebastián Piñera en julio de este año cuando en su Cuenta Pública sorprendió incluso a su coalición y anunció “discusión inmediata” al texto que hasta ese momento no había sorteado ni su primer trámite en el Senado.
Con todo, este martes luego de más de cuatro años de discusión y en medio de los aplausos de representantes de las distintas organizaciones que han impulsado el proyecto en las tribunas, la iniciativa fue despachada del Congreso y quedó lista para ser promulgada como ley.
La decisión del Presidente Piñera generó molestia en el oficialismo y esas diferencias quedaron plasmadas hoy en su último trámite cuando el Senado aprobó el con 21 votos a favor, ocho en contra y tres abstenciones, ya que entre los rechazos y los que prefirieron no marcar posición estuvieron solo legisladores de la UDI y RN.
Situación similar se dio en la Cámara de Diputados en donde fue aprobado con 82 votos a favor, 20 en contra y dos abstenciones, y también entre estos últimos se ubicaron representantes de la coalición de Gobierno (además de un DC y un radical).
Entre los asuntos que quedaron establecidos en este proyecto que permite el matrimonio civil entre dos personas del mismo sexo, fue por ejemplo incluirlo en la Ley de Identidad de Género, por lo que ahora si en un matrimonio heterosexual uno de los dos modifica su género en el Registro Civil, esto no será causal de divorcio inmediata, sino que se le consultará a la otra parte si desea o no continuar casado.
Respecto a los hijos, el texto dejó la posibilidad de que los matrimonios del mismo sexo puedan adoptar, pero cerró la puerta al vientre de alquiler.
En ese sentido, respecto al postnatal, que era un tema que generó discrepancias entre ambas cámaras particularmente porque se había interpretado que solo podía considerarse a “personas gestantes”, ahora se estableció que cualquiera sea el tipo de matrimonio ambos podrán acceder a este derecho laboral.
Fuente: Emol.com