Por José Ignacio Palma Sotomayor
Director Nacional de Aduanas
Desde que comenzó la pandemia a principios del 2020, en el Servicio Nacional de Aduanas procuramos actuar diligentemente para adoptar y aplicar las medidas de contingencia más eficaces para evitar que el comercio exterior se ralentizara.
En conjunto con otras instituciones y el mundo privado, ese objetivo lo alcanzamos muy rápidamente y lo hemos mantenido hasta hoy, ratificando que la eficiencia en el sector público es un aliciente para el desarrollo económico y social del país.
Luego, en el marco del Plan Fronteras Protegidas del Gobierno, asumimos el desafío de comenzar a normalizar el flujo de pasajeros internacionales y nacionales en los principales aeropuertos del país.
Y desde hace algunas semanas nos estamos preparando, organizando y coordinando con todas las instituciones involucradas para la apertura de las fronteras terrestres en las principales regiones de Chile, cuando así ocurra producto de la determinación de las autoridades competentes.
Esto supone acercarnos a una relativa normalidad, por lo que desde ya estamos volcando gran parte de nuestros esfuerzos para generar las mejores condiciones de retorno presencial tanto a los edificios institucionales de Aduanas desde Arica a Punta Arenas, como a la centena de puntos de control y fronteras terrestres, aéreas y marítimas en las que están presentes nuestros funcionarios desde Visviri a Puerto Williams.
Es cierto que contamos cada vez con más y mejores herramientas tecnológicas que nos permiten focalizar de mejor forma los procesos de fiscalización y control –apoyados, por ejemplo, en el análisis y minería de datos y la inteligencia artificial-, pero pese a esto el trabajo presencial de todos nuestros funcionarios y su experiencia siguen siendo claves en cada lugar donde están presentes.
Sabemos, porque así lo vivimos a diario, que la presencia de Aduanas y el ejercicio de todos los roles que nos corresponde ejercer son muy importantes para el desarrollo de Chile y para garantizar la seguridad del país, el comercio exterior y justo, la salud de las personas y una efectiva recaudación de impuestos.