Daniel Schapira y su hijo Eduardo se fueron molestos.
Tras renunciar a la directiva de Azul Azul, Daniel Schapira y su hijo Eduardo, quienes tienen el 21,4% de la propiedad, hablaron y lanzaron duros dardos. “Renunciamos porque no vamos a seguir avalando decisiones y situaciones que no compartimos y en las que no participamos nunca. No fuimos consultados ni por el nombre del gerente deportivo (Roggiero) ni por ninguno de los refuerzos. Es más, hasta hoy, algunos son refuerzos bastante desconocidos. A Carrasco o Galíndez no se les conoce mucho, eso es real, pero no tuvimos participación… Imagínate que por Marcelo Cañete, un activo del club, se toma la decisión de que no está en los planes para 2022 y me enteré por él que no está considerado, cuando lo llamé por otro motivo. Enterarse de esa manera, duele”, señaló Daniel a El Mercurio.
“Es increíble que todo el mundo esté hablando de Matías Rodríguez y nosotros, siendo parte del directorio, estemos igual que el resto. Es distinto enterarte por la prensa si un jugador viene, se va o está contratado (…) Roggiero es una persona poco participativa. Se le dieron poderes para que decida, lo aplica, pero no es de comunicar, no comparte mucho. Es parco y en ese sentido, no es fácil la relación con él (…) El directorio es la pantalla para manejar el club. Con la llegada de Sartor y Michael (Clark), el directorio se desfutbolizó mucho. No sé si son pantalla, pero les acomoda esta estructura”.
Fuente: Emol.com
