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Después del Plebiscito: Expertos analizan estrategia del Gobierno de esperar a la nueva Constitución para legislar ciertos temas

A la idea de abordar el TPP11 al término del proceso constituyente, se sumó que La Moneda indicó que no avanzará en el proyecto de infraestructura hasta que se revuelva el tema posterior al 4 de septiembre.

Polémica provocó entre los asistentes de la comisión mixta, la definición entregada el miércoles por los ministros de la Segpres, Giorgio Jackson y del Interior, Izkia Siches, sobre esperar a la nueva Constitución para legislar respecto al proyecto de infraestructura crítica. Texto cuyo borrador será sometido a Plebiscito el próximo 4 de septiembre.

“Nosotros creemos prudente que ante la eventualidad de un cambio en la Constitución, que podamos esperar ese suceso para poder decidir de qué manera legal o constitucional se aborda el aspecto de la infraestructura crítica”, afirmó Jackson.

Mientras que Siches había señalado que, dejarían sin efecto, “las iniciativas y las propuestas que esperábamos tramitar y esperamos que en el contexto del proceso de Plebiscito de la nueva Constitución se puedan evaluar también en un futuro eventuales nuevos instrumentos”.

Las declaraciones de los secretarios de Estado fueron interpretadas de manera negativa por algunos parlamentarios, quienes los acusaron de abdicar a su labor de colegislar.

Pero no es la primera vez que el Gobierno establece este criterio, de hecho, a fines de marzo la canciller Antonia Urrejola reveló a Radio Duna que “la primera decisión del Presidente es esperar el proceso constituyente, creo que eso es fundamental, así me lo ha señalado el Presidente, el quiere terminar el proceso constituyente para partir de aquello y revisar el tema del TPP11”.

Opiniones cruzadas

Han sido varias las ocasiones en que La Moneda ha expresado lo importante que es la nueva Carta Fundamental, para el desarrollo de sus reformas estructurales.

El cientista político de la Universidad Católica de Temuco, Alejandro Olivares, consideró que “la decisión del Gobierno es correcta, porque es que algunos temas que son sensibles y complejos de tratar, particularmente por cómo podrían venir a partir de las interpretaciones de las leyes que deriven de la nueva Constitución, quizás es mejor dejarlos para una vez que esté resuelto el Plebiscito y saber el alcance que puedan tener. Por tanto, no es abandonar la labor de colegislar, no es inamomibilidad, sino que asegurar coherencia y consistencia con lo que se va a desarrollar”.

Además, Olivares recordó que el Ejecutivo seguirá trabajando en otras áreas y materias importantes para el país. “No es arriesgado, no es un problema esperar al resultado de la Constitución para desarrollar el grueso de las reformas estructurales, aún cuando hay un resultado incierto, efectivamente permite que una vez que sepamos ese resultado, el Gobierno tenga un nuevo escenario en que sepa que tan posible o no es realizar sus reformas”, precisó Olivares a Emol.

“En el Plebiscito no se acaba el mundo, si es que se aprobara o se rechazara el texto el país debe seguir funcionando y hay instituciones que así lo permiten. A mí por un lado me parece correcto que el Gobierno se ponga ante la situación que después del Plebiscito el país tiene que seguir funcionando”, opinó el jueves en entrevista con EmolTV el historiador e investigador del CEP, Juan Luis Ossa.

Sin embargo, Ossa expresó que “hay cuestiones de decisión concreta, práctica, que no pueden esperar hasta el Plebiscito, una de las cuales tiene que ver con el control de la violencia y situación en La Araucanía. Me parece bien que el Gobierno haya comprendido la importancia del Estado de excepción, medio de alguna forma”.

A su vez, el director ejecutivo de Instituto Desafíos de la Democracia, Juan Cristóbal Portales, aseveró en el mismo medio que “lo relevante es que el Gobierno en este sentido, quiere también ir viendo cómo funcionan ciertas herramientas que ellos van aplicando, esa es la lógica con la que yo entiendo que está actuando el ministro Jackson (…) Me parece que lo relevante es que el Gobierno está mostrando una decisión fuerte para enfrentar la violencia, sin eufemismos, poniendo la seguridad y vida de los ciudadanos primero y sin complejos”.

Una posición mucho más crítica manifestó el director del Centro de Políticas Públicas de la Universidad del Desarrollo (UDD), Gonzalo Müller, quien expresó a Emol que “la apuesta de esperar hasta después del Plebiscito y poner en compás de espera las reformas que el país necesita y demanda, choca con la realidad de una crisis en materia de seguridad y una crisis económica. La inflación, la baja inversión van a requerir de un Gobierno activo que sea capaz de sacar una agenda y no de uno en compás de espera”.

A su juicio, “no solo parece arriesgado la apuesta del ministro Jackson de frenar iniciativas como infraestructura crítica (…) sino que el Estado no puede privarse de ninguna herramienta ni facultad que apunte a contener esta ola de violencia”.

Además, Müller expuso que el ministro Jackson “olvida sus palabras ‘cuando dijo que el destino del Gobierno estaba asociado al destino de la nueva Constitución y de la Convención’. Si el Gobierno no da respuesta a las demandas que lo llevaron a ganar las elecciones, obviamente que esa frustración va a golpear a la nueva Constitución y al trabajo de la Convención”.

“Lo veo pésimo, el Congreso no puede inhibirse de cumplir su tarea, su trabajo. Si hay consenso de las bancadas para seguir con el proyecto de protección de la infraestructura crítica debe hacerlo, como es posible que el Gobierno diga ‘mire para poder gobernar tenemos que esperar lo que resulte de la Convención, del proyecto, del Plebisicto’. No, hay que hacer lo que hay que hacer”, enfatizó a Emol TV el escritor y analista político, Sergio Muñoz Riveros.

Fuente: Emol

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