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Del pleno a la calle: convencionales en “campaña”

En la recta final del proceso, los constituyentes se han desplegado por el territorio nacional para difundir el proyecto de nueva Carta Fundamental. Entre la delgada línea de lo permitido o no legalmente, ya que aún no empieza el periodo de campaña, los representantes transmiten sus posturas sobre el nuevo texto.

Choripanes, carteles por el Apruebo y un show musical del integrante de Makiza Seo2 fue parte de la puesta en escena de un encuentro que se realizó -el sábado pasado- en la población Juan Pablo II de El Bosque. La actividad organizada por vecinos de la comuna tenía un objetivo: abordar el proceso constituyente, para lo cual contaron con un invitado especial, el convencional Marcos Barraza (Chile Digno).

Ahí, el militante del PC expuso ante cerca de 50 personas sobre los últimos días del trabajo de la Convención Constitucional, el cual concluye el próximo 4 de julio con la entrega del documento final al Presidente Gabriel Boric.

“¿Habrá expropiación de los fondos de pensiones?”, le consultó uno de los presentes a Barraza, quien respondió con un tajante “no”. Esa y otras preguntas sobre el texto constitucional intentó despejar el constituyente a 71 días del plebiscito del 4 de septiembre.

Pero él no es el único de la Convención que se ha desplegado. Representantes de izquierda a derecha se han movilizado a lo largo del país para hacer bajadas, desde sus respectivas miradas, a la ciudadanía sobre la propuesta de Carta Magna.

Esto, en el marco de una delgada línea entre lo que está permitido y no por la ley, debido a que, en la práctica, no pueden hacer abiertamente una campaña por el Apruebo o el Rechazo, ya que el periodo legal comienza el próximo 5 de julio.

Pese a eso, los esfuerzos de los convencionales están puestos en visitar una gran cantidad de lugares y llegar a la mayor cantidad de personas posible. Eso sí, según dicen, siendo cuidadosos en no llamar a aprobar o rechazar, pues no quieren ser acusados de hacer campaña antes de tiempo.

En todo caso, en privado, algunos convencionales reconocen que no sugerir una postura de cara al plebiscito es complejo. Eso pasa, por ejemplo, cuando los ciudadanos explícitamente preguntan qué deben votar. Algunos explican que en ese caso ellos dicen: “Yo aprobaría, usted tiene que decidir por su cuenta”. Un convencional socialista, eso sí, admite que es inevitable promover el Apruebo en un caso así, pese a que desde su colectivo se hizo un llamado explícito a no hacerlo aún.

De igual forma, se ha visto a convencionales haciendo alusiones a alguna de las dos opciones del plebiscito en estas actividades. Por ejemplo, en un encuentro organizado por el Comando Constituyente Cerro Navia, la vicepresidenta adjunta, Bárbara Sepúlveda (Chile Digno), subió un video con un grupo de vecinos y banderas del Apruebo, en el cual gritaban “¡Cerro Navia aprueba!”.

Sobre este punto, Beatriz Sánchez (Frente Amplio), quien, de acuerdo a distintos convencionales es una de las constituyentes que más se ha movido durante el despliegue territorial, dijo que, hasta el momento, no ha sido complejo establecer límites, porque efectivamente es una campaña, pero de información. “Hay un mandato de la misma Convención: los convencionales debemos estimular la participación ciudadana e informar lo que hacemos”, sostuvo.

En la recta final varios convencionales reconocen que sus agendas están copadas y que los invitan a exponer a foros gremiales, universidades, colegios, entre otras instancias, donde aprovechan de transmitir sus posturas.

En la izquierda explican que mayoritariamente los convencionales se despliegan por sus respectivos distritos. Los que más salen a otras regiones, según cuentan, son la presidenta María Elisa Quinteros (Movimientos Sociales) y el vicepresidente Gaspar Domínguez (No Neutrales), además de Sánchez. Según justifican, lo hacen así debido a que la Convención cubre los gastos de los despliegues al interior de sus respectivos distritos.

Por ejemplo, aunque no son del distrito, Quinteros y Hugo Gutiérrez (Chile Digno), junto a la diputada Emilia Schneider (Comunes) participaron el fin de semana pasado de una “olla común” organizada por la junta de vecinos El Progreso, en Santiago Centro, entre banderas wiphala, de las diversidades sexuales y un cartel del Apruebo.

Entre los distintos colectivos de izquierda hay un diagnóstico común: que una de las principales tareas del trabajo territorial es combatir las fake news que han ido permeando a la población con respecto al proceso constituyente. En este sentido, Sánchez comentó que “muchas de las dudas instaladas tienen que ver con (…) mentiras que se han estado contando con respecto al texto. Por ejemplo, hay una falsedad enorme sobre que mucha gente cree que no va a ser más propietaria de su casa. Damos a conocer la propuesta de derecho a la vivienda y vamos tratando de despejar los mitos”.

En esta misma línea, el convencional César Uribe (Pueblo Constituyente) afirmó que “es evidente la desinformación. Existe una distancia al proceso y una crítica instalada, muchas veces por estos miedos que se han transmitido en base a noticias bien fuertes, como perder la propiedad”.

Y agregó: ”Nos interesa que la gente tome una decisión informada. Sería terrible que por noticias falsas ganara una opción a otra”.

Pese a que enfatizan que han debido encargarse de desmentir muchos mitos, los convencionales de izquierda dicen que no sienten que exista un “ambiente de Rechazo”, sino que de incertezas. Dicen que les ha tocado que les griten “¡Rechazo!” en la calle, aunque no es algo masivo, según cuentan. Pasa, sobre todo, cuando están en lugares abiertos, no así cuando asisten a eventos organizados por municipios o centros educativos.

Con todo, al interior de la izquierda se hace una autocrítica. Aseguran que, quizás, mayoritariamente están llegando a un público que ya está por el Apruebo, por lo que el trabajo territorial desarrollado en las últimas semanas podría no estar generando los resultados que anhelan, en consideración de que, actualmente, encuestas de opinión como Cadem dan una ventaja a la opción del Rechazo. Por lo mismo, algunos convencionales han comenzado a asistir a encuentros en que saben que habrá personas que están por el Rechazo o con dudas, algunos organizados por concejales o dirigentes vecinales.

El plan de despliegue de la derecha

En el caso de la derecha, la estrategia es distinta. En consideración de que son pocos (37), al menos en la UDI han optado por no limitarse a sus distritos. De hecho, varios de ellos ya han estado en las regiones del Maule, Ñuble, del Biobío, La Araucanía, Magallanes y la Metropolitana. Según comenta un convencional de ese partido, su plan es asistir a donde sea que los inviten. “Cada vez hay más interés. Las charlas no las forzamos nosotros, sino que nos invitan simplemente. De hecho, estamos rechazando muchas de las charlas porque no nos da el tiempo”, sostuvo Martín Arrau (UDI).

Desde ese colectivo detallan que lo óptimo para ellos, en consideración de su número, es que cada uno de los 21 convencionales recorra distintas regiones en solitario. Además, contemplan visitar los distritos donde saben que no tienen representantes, como Iquique, Antofagasta y La Serena.

Al interior de la UDI reconocen a Arrau como uno de los convencionales que más se ha movido durante el último tiempo. De hecho, la próxima semana viajará a Arica para continuar con el trabajo territorial. “Llevamos tres meses haciendo charlitas de la Constitución, revisando artículo por artículo, explicó.

Aunque la Convención paga el despliegue, desde la UDI aclaran que no han cobrado los viáticos de traslado por difusión en terreno, por lo que han financiado su despliegue con aportes ciudadanos o por los propios convencionales.

Además, desde el colectivo detallan que el enfoque de su estrategia está puesto en la difusión de los textos íntegros, y no a extractos de ellos ni a las guías diseñadas por la Secretaría de Comunicaciones de la Convención. Así, a los convencionales de la UDI se los ve con carpetas blancas, donde llevan impresos los artículos de la nueva Constitución o con una copia del borrador del texto.

En el caso de RN-Evópoli-IND, Manuel José Ossandón ha privilegiado el trabajo en su distrito, el 12, aunque también visitó Iquique.

Desde la izquierda, en cambio, sí han repartido flyers hechos por ellos mismos. Por ejemplo, el vicepresidente adjunto Francisco Caamaño (Pueblo Constituyente) entregó impresiones de un “boletín constituyente” en la feria de las pulgas de Talagante el sábado pasado. “Chile, por primera vez en su historia, puede construir su futuro, donde nuestro país sea más justo”, se leía en el texto.

Según detallan desde la derecha, el trabajo territorial les ha permitido darse cuenta de que los temas que más preocupan a la ciudadanía -y que cuestionan del texto constitucional, según cuentan-, son la plurinacionalidad, el pluralismo jurídico y los temas relativos a la seguridad y terrorismo.

En todo caso, quienes apoyan el Apruebo y el Rechazo se topan. El 22 de junio, por ejemplo, los convencionales Andrés Cruz (Colectivo Socialista) y Arrau asistieron a un conversatorio en la UDD de Concepción. Ahí, a ambos se les preguntó por la valoración del texto final, cuánto puede costar implementar el texto, sobre la libertad de enseñanza. También hubo un espacio abierto para preguntas de los asistentes.

Durante la misma jornada, Cristián Monckeberg (RN-Evópoli-IND) y Pedro Muñoz (Colectivo Socialista) se reunieron en la Universidad Diego Portales en un conversatorio sobre sistema político y derechos sociales. Fernando Atria (Frente Amplio) y Hernán Larraín (RN-Evópoli-IND), por su parte, debatieron en torno a la armonización del texto en la Universidad Alberto Hurtado.

Según explican algunos convencionales, les interesa mucho asistir a colegios y universidades, porque parte de los alumnos de enseñanza media podrán votar. Pero principalmente porque creen que es una forma de llegar a las familias y a las redes sociales. Y, en efecto, tras la visita de los convencionales es común que los centros educativos suban registros e incluso transmisiones completas de los encuentros, los que después son replicados por los constituyentes en sus redes sociales.

Fuente: La Tercera

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