El presidente de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, respeta al Tribunal Supremo del país y no cuestiona su legitimidad pese a la decisión de revocar la protección legal al aborto, que tildó de “terrible, dolorosa y devastadora”.
Después de que un periodista preguntase si el presidente pone en duda la legitimidad de la Corte, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, aseguró que Biden ve el Supremo como legítimo y que lo respeta.
“Lo que cree es que esta decisión en particular que se tomó es extremista y está fuera de lugar, y esto es algo que seguirá diciendo. Pero, obviamente, ve la Corte como legítima y la respeta”, dijo Jean-Pierre en una rueda de prensa a bordo del avión presidencial Air Force One, en el que Biden viajó a Europa para asistir a las cumbres del G7 y de la OTAN.
El fallo del Supremo fue aprobado con el apoyo de seis de los nueves jueces de la máxima instancia judicial estadounidense y mantiene una ley del estado de Misisipi que restringe el aborto a partir de las 15 semanas de gestación.
No obstante, la mayoría conservadora del Supremo decidió ir más lejos y revocar los precedentes sentados en el pasado por el propio tribunal que amparaban ese derecho.
Con el fallo de ayer, los estados que así lo decidan podrán prohibir totalmente el aborto.
Mientras que las senadoras demócratas Elizabeth Warren y Tina Smith pidieron a Biden, que declare una emergencia de salud pública para proteger el acceso al aborto.
“Instamos al presidente a declarar una emergencia de salud pública para proteger el acceso al aborto para todas las estadounidenses, a que desbloquee recursos y de autoridad para que los estados y el gobierno federal puedan satisfacer el aumento en la demanda de servicios de salud reproductiva”, anotan las senadoras en una nota de opinión publicada en The New York Times.
En este texto publicado las políticas también animan a los estadounidenses a votar por los candidatos demócratas en las elecciones legislativas del próximo noviembre para así intentar revertir la decisión del Tribunal Supremo con una ley federal.
“Si los votantes nos ayudan a mantener nuestro control de la Cámara y ampliar nuestra mayoría en el Senado por al menos dos votos este noviembre, podemos convertir Roe (“Roe contra Wade” es el caso que legalizó el aborto) en ley en todo el país en enero”, anotan.
Hasta ahora nueve estados de los 50 que componen el país prohibieron la interrupción del embarazo este mismo viernes nada más conocerse la decisión del Tribunal Supremo, mientras que otros 14 estados podrían hacerlo a corto plazo.
Warren y Smith, además, recalcan en su escrito que “una gran mayoría de estadounidenses se opone a la decisión que acaba de tomar el Tribunal Supremo” y que “casi dos tercios de los estadounidenses creen que el aborto debería ser legal en todos o en la mayoría de los casos”.
“En pocas palabras: debemos restaurar nuestra democracia para que una minoría radical ya no pueda ahogar la voluntad del pueblo. Esta será una lucha larga y dura, y el camino hacia la victoria aún no es seguro. Pero es una lucha justa que debemos ganar, sin importar cuánto tiempo tome. Las dos vivimos en una América sin Roe, y no vamos a regresar. No ahora. Jamás”, concluyen.
Warren representa a Massachusetts en el Senado desde 2013 y Smith al estado de Minnesota desde 2018.
Fuente: Emol.com