En estos días, post desastre he visto con asombro cómo frente a un mismo problema existen visiones tan contrapuestas. Mientras algunos vimos con dolor a tantas vecinas tiritando de frío, con todos sus enseres mojados, el techo en el suelo, viviendas con el piso con barro y un sinfín de daños ocasionados por las lluvias, otros como siempre se quedaron en la “cosa chica”, viendo desde donde sacar el mezquino provecho político. Por ejemplo escuché a un representante de la comunidad señalando que “hay que pensar en otras comunas que necesitan más”, a otro decir que “a mí no me han pedido permiso para declarar zona de catástrofe” e incluso leí con estupor a los propios representantes del gobierno en la zona minimizando lo ocurrido, diciendo que “las cifras que maneja el municipio no son correctas y están alejadas de la realidad”.
Frente a esta lluvia de declaraciones que buscan alejar los recursos que tanto necesitamos para enfrentar esta emergencia, yo mantengo la convicción de que como municipio es nuestro deber estar del lado de Vallenar y sus localidades, en especial junto a esas 10.500 familias que habitan en hogares precarios y que están documentadas en el Registro Social de Hogares, uno de los instrumentos más fiables que maneja el Ministerio de Desarrollo Social, y que es la base para asistir a las familias más vulnerables. Por lo que creo que toda declaración que apunte a desviar la atención de las enormes necesidades que tenemos en la comuna está demás, y reflejan la desconexión con quienes hoy, a varios días de las lluvias, lo siguen pasando mal.
Desde el primer día de la emergencia he tratado de representar de la mejor manera posible a quienes están sufriendo, por eso no he dejado de hacer ninguna de las gestiones que han estado a mi alcance, para que desde el nivel central se considere que vivimos una grave emergencia y que necesitamos que se busque la fórmula para agilizar la entrega de recursos para enfrentarla… como he dicho antes, el nombre que quieran ponerle es lo de menos, aquí hacen falta recursos frescos, ya que es la única forma de dar solución con celeridad.
Sabemos que es necesario seguir procedimientos y cumplir con la normativa, pero también sabemos que a pesar del tremendo esfuerzo y el despliegue inédito efectuado por el municipio, las organizaciones sociales y algunas entidades públicas, no vamos a lograr llegar a todos los hogares que lo necesitan con la encuesta FIBE que se establece como requisito para levantar la demanda completa. Pero estoy seguro que estos poco más de mil hogares que hemos logrado contactar en los pocos días en que se nos permite aplicar el instrumento, son la muestra de la enorme necesidad de recursos que se requieren y que la flexibilidad que estamos pidiendo está más que justificada.
Las lluvias en nuestra zona ocurrían, de la manera en que las tuvimos hace unos días, en muy contadas ocasiones, pero hoy frente al cambio climático puede ser que tengamos estos fenómenos con mayor ocurrencia, por eso debemos dejar atrás la política de arreglar el problema con nylon, porque además de ser sólo una solución parche, no da una respuesta digna a nuestros vecinos y vecinas, dignidad que estoy seguro es la que busca entregar nuestro Gobierno y que es la base de las acciones que emprendemos como municipio.
Por eso creo que frente a una emergencia no todo vale, principalmente no vale jugar con el sufrimiento de quienes lo pasan mal, que necesitan apoyo, que requieren de los instrumentos del Gobierno para salir adelante. Frente a una emergencia de estas características, que distinto hubiese sido ver a todos los actores políticos del lado de quienes sufren y no intentando boicotear a una administración que si bien no es perfecta, busca el bien común y no sacar provecho ni utilizar a la ciudadanía a costa de ella misma.
Por: Armando Flores Jiménez, Alcalde de Vallenar