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Las Rojas, en punto de quiebre: la guerra de trincheras tras el angustioso paso al repechaje del Mundial femenino

La victoria en los penales frente a Venezuela ni siquiera dio para una celebración plena. La Selección que dirige José Letelier, en rigor, había conseguido el mínimo aceptable para una generación que en la Copa América anterior había terminado en el segundo puesto, por lo que fue al Mundial de Francia y a los Juegos Olímpicos. El técnico está en la mira y el plantel se divide, justamente, entre quienes lo respaldan y quienes no. En el segundo grupo está la capitana, Christiane Endler.

La escena la pudieron ver todos los hinchas que seguían la transmisión del encuentro entre Chile y Venezuela, que disputaban el quinto puesto en la Copa América de Colombia. El marcador entre Las Rojas y las llaneras había terminado igualado por lo que el quinto puesto del torneo se dirimiría a través de la definición por lanzamientos penales. La instancia cobraba un valor vital, pues, en rigor, era la última posibilidad de aferrarse a la opción de clasificar al Mundial: la escuadra ganadora jugaría el repechaje intercontinental. Entre las jugadoras hay una natural tensión. El técnico José Letelier asume el protagonismo y, ubicado de frente a ellas, las arenga. Hay una que, prácticamente, se ausenta del ritual, la capitana Christiane Endler. La golera del Olympique de Lyon, máxima referente del equipo en su condición de mejor arquera del mundo, observa, esta vez, en silencio. De hecho, es posible ver que mientras Letelier sigue hablando, la portera se separa silenciosamente del grupo para irse al sorteo.

Endler y Letelier representan, en rigor, los polos del quiebre de la generación de futbolistas más exitosa que haya dado el balompié femenino chileno. Ninguno lo reconoce abiertamente, pero al menos la golera se esfuerza cada vez menos por disimularlo. Su análisis después de la angustiosa victoria sobre las llaneras incluye, sin reparos, un par de alusiones al trabajo del técnico. “Logramos manejar el partido hasta el minuto 80. Después, se notó un cansancio evidente de algunas jugadoras, ahí esperábamos una respuesta desde afuera, que no obtuvimos, y, lamentablemente, nos fuimos para atrás y en cualquier momento se veía que iba a salir el gol de Venezuela”, declaró la guardameta, después del compromiso.

Incluso fue más directa en el análisis. “Por el arrastre de partidos que llevamos, es raro no ocupar los cinco cambios en una situación así. Estábamos esperando una respuesta desde afuera porque veíamos que se nos venían encima y no lográbamos tener la pelota”, disparó.

Ciertamente, detrás de cada postura hay adeptos. Así, en la actualidad, la Selección está dividida en dos bloques evidentes: quienes se cuadran detrás de la capitana y las que respaldan el trabajo del DT. La disputa se arrastra desde el Mundial de Francia. Endler, en su estilo, criticó decisiones técnicas. “Yo di mi opinión personal de lo que me hubiese gustado, me hubiese gustado que jugaran otras compañeras, pero José es el técnico y yo no me meto en su trabajo. No me voy a meter en quién deba poner o no”, explicó la portera, quien entonces militaba en el PSG. “Él (Letelier) sabe lo que yo pienso de él y yo lo que él piensa de mí, nos respetamos como profesionales. He visto mis declaraciones y no les encuentro nada grave, tiene que haber autocrítica de parte de todos”, profundizó

Endler, cuyo rendimiento en la Copa estuvo por debajo de las expectativas que genera su condición de figura en el fútbol mundial, fue la más punzante en todo el certamen. Al término, tampoco se guardó mucho. “Estoy contenta con el triunfo, pero tengo rabia porque no debimos llegar hasta aquí. Como equipo nos merecemos más, deberíamos estar más arriba, necesitamos trabajar mejor, no debimos llegar a estas instancias. Tenemos suerte, una nueva posibilidad de clasificar al Mundial y debemos tomarlo con la seriedad que corresponde a un proceso de Selección”, declaró, dando cuenta de una conformidad a medias. La revisión, ciertamente, incluyó una fuerte autocrítica: “Uno siempre quiere hacerlo mejor, no tuve mis mejores partidos. Uno quiere estar en las mejores condiciones, fui algo irregular. No creo que pase por nosotras los resultados, no nos podemos conformar con lo que hemos logrado hasta ahora”.

Hay más señales de parte de la capitana, aunque ya no públicas. En la convivencia interna de la Roja, dejó entrever su molestia por la nominación de otra referente, la defensora Carla Guerrero, quien participó en el torneo poco tiempo después de completar la recuperación relativa a una grave lesión en la rodilla izquierda. Tiane era partidaria de que actuaran jugadoras que estuvieran en plenitud. La Jefa terminó mostrando jerarquía en la ejecución del lanzamiento penal que mantiene viva la opción de insertarse en el Mundial.

Letelier, en cambio, eludió la confrontación directa con su dirigida. “Lo dije antes de iniciar esta etapa de Copa América: el objetivo era clasificar de manera directa al Mundial, y eso no cambia. No se cumplió en esta etapa, pero en el repechaje se puede cumplir. Cuando los objetivos no se cumplen, en cualquier actividad, acá específicamente en el fútbol, hay que replantear ciertas conductas del fútbol y todo lo que implica una competición de este nivel. Tenemos una selección de experiencia, con jugadoras importantes, y hay que hacer un análisis de por qué no se ha cumplido el objetivo hasta ahora, para que ese repechaje sea beneficioso para Chile”, planteó el DT.

A Letelier no solo lo complica la valoración que, frente a las cámaras, realiza su dirigida más insigne. El entrenador también tiene que responder a otra revisión de su trabajo, mucho más decisiva. Al retorno desde Colombia, el estratega tendrá que explicar el magro desempeño que cumplieron Las Rojas a quienes, en definitiva, serán los encargados de decidir su futuro al frente del combinado: el presidente de la ANFP, Pablo Milad, y el gerente deportivo de las selecciones nacionales, Francis Cagigao.

El escenario no es demasiado favorable para el estratega, pues en Quilín hay disconformidad absoluta por los resultados de un equipo que en la versión anterior del torneo continental, que se jugó en Chile, obtuvo el segundo lugar y el derecho a codearse con los mejores equipos del planeta, primero en el Mundial disputado en Francia y luego en los Juegos Olímpicos, tras vencer a Camerún, en el repechaje. El descontento también abarca al estilo de juego del equipo, de escasa productividad ofensiva puesto en el contexto de las disputas ante las potencias que ha debido enfrentar.

Es en ese marco que surgen, incluso, nombres de eventuales reemplazantes para Letelier. Uno de ellos es el de Carlos Véliz, técnico que, con Universidad de Chile, logró romper la hegemonía de Santiago Morning a nivel local. Otro es el de Luis Mena, quien ya suma un par de temporadas al mando de Colo Colo.

Fuente: La Tercera

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