Desde este último sector atribuyen ciertas situaciones a un intento por dar una “señal política” al Gobierno, así como responder a la falta de agenda legislativa por parte de La Moneda.
Sumado a esto, las coaliciones de Gobierno están solicitando que el Ejecutivo impulse nuevas ayudas sociales, lo cual La Moneda estaría analizando. Mientras que durante la discusión del Presupuesto 2023 en la Cámara, la oposición impulsó algunas indicaciones que implican un mayor gasto fiscal, tema que es de iniciativa exclusiva del Presidente de la República.
Por ejemplo, se declaró inadmisible una indicación presentada por Chile Vamos para la partida del Ministerio del Trabajo que buscaba aumentar la Pensión Garantizada Universal (PGU) a $250 mil, a partir de enero del próximo año.
Lo anterior pone en la palestra la idea respecto a si estamos frente a un “parlamentarismo de facto” por parte de los legisladores de uno u otro sector, concepto que fue ampliamente debatido en el Gobierno pasado durante la discusión de los retiros desde fondos de pensiones y los proyectos legislativos y fuertes presiones para ampliar las ayudas en medio crisis gatillada por la pandemia de covid-19.
¿Qué opinan los expertos?
Al respecto, el director de la Escuela de Gobierno de la Universidad Central, Marco Moreno, comentó a Emol que “no cabe duda que en gobiernos que no cuentan con mayorías, el fenómeno de las parlamentarización de la política, es decir, que el Congreso y los parlamentarios son actores relevantes en las decisiones públicas, es un hecho indesmentible. Toda la evidencia muestra que gobiernos de minoría están entregados a la suerte de lo que se resuelva con las mayorías circunstanciales que se pueden dar en el Congreso, lo que hemos estado viendo, justamente con la tramitación del presupuesto. es una expresión de esto”.
Con ello, planteó que “la oposición está buscando infringir una derrota política al Gobierno negándole algunas partidas, reduciendo otras y exigiendo a cambio de la aprobación de algunas partidas presupuestarias que se hagan algunas concesiones a los planteamientos que están haciendo los parlamentarios”, añadiendo que cuando se discute el Presupuesto, es cuando los parlamentarios “tiene mayor poder y lo usan y hacen un uso intensivo y abusivo de éste. Probablemente también por esta posibilidad que les da el hecho de que tienen que aprobar o rechazar el Presupuesto”.
Por su parte, Cristián Loewe, vicepresidente ejecutivo de IdeaPaís, consideró que “los episodios de los retiros de fondos de pensiones que vimos en el gobierno anterior, claramente despertaron ambiciones en los parlamentarios respecto de facultades y de un protagonismo que por ley no les corresponde, y eso tiene un riesgo, y ahora lo estamos viendo en la negociación del Presupuesto. Ahora, hay que distinguir ciertos ámbitos que son propios de la negociación política del Presupuesto -tanto con la coalición oficialista como con la oposición-, que me parece que son razonables. Hay límites que es necesario resguardar”.
Loewe recordó que “el parlamentarismo de facto en su versión original estuvo marcado por el rechazo de la Ley de Presupuestos del Presidente Balmaceda en 1891, y que terminó desencadenando la crisis que todos conocemos. Por tanto, no es algo trivial que se levanten tantas polémicas a partir de la discusión de esta ley. Es precisamente la receta con la que se busca inhabilitar políticamente al Ejecutivo”.
En ese escenario, consideró que “la relación que mantenga el Ejecutivo con el Parlamento tiene que ser muy cuidadosa para evitar todos los peligros que se desataron en el Gobierno anterior, respecto a los retiros y el rol del TC para dirimir esas controversias. Creo que el ministro Marcel ha sido bastante firme y claro en que no va a dar cabida a que los parlamentarios se atribuyan facultades que no les competen, y en ese sentido, no le ha temblado la mano en decir que todas esas indicaciones que exceden las facultades parlamentarias van a tener que pasar a control constitucional”.
Parlamentarios de oficialismo y oposición abren debate
Ante esta discusión, diputados de oposición descartan que se esté cayendo en un fenómeno similar al que se evidenció durante el gobierno de Sebastián Piñera, con los retiros de los fondos de pensiones.
Según el jefe de la bancada de Republicanos, José Carlos Meza, el Gobierno “ha ejercido muy pocas de las facultades que tiene, en materia de proyectos de ley hasta el día de hoy es una agenda legislativa muy débil, durante los primeros meses ni siquiera la tuvo. No es que haya un parlamentarismo de facto, lo que hay es que hay un Presidente muy débil y en la medida en que él empiece a tomar las riendas de las ideas que quiere impulsar se va a empezar a notar. No se nota, porque no lo hace”.
“Yo creo que todavía no estamos en una situación comparable con lo que se vivió en el Gobierno pasado, porque el Gobierno pasado sí tenía una agenda y sí la intentó empujar en el Congreso, con cierto grado de éxito hasta octubre del 2019. En cambio acá el Gobierno no tiene agenda”, recalcó Meza, añadiendo que “no veo una intromisión en las facultades del Presidente, salvo en algunas votaciones en la ley del Presupuesto que tenían un sentido político”.
El jefe de la bancada de diputados UDI, Jorge Alessandri, planteó que ante las pocas atribuciones que tienen en materia del Presupuesto, “al final lo que se da, dado que tenemos dos cámaras, es que uno presiona con cierto temas, presenta ciertas indicaciones para que el Gobierno las patrocine, las tome, las discuta. Y así se han logrado muchas veces por esta medida de presión que el Gobierno termina accediendo a algo. Ahora lo que hicimos con la PGU fue inspirarnos en la promesa del Presidente Boric” en campaña.
Ante ello, Alessandri reconoció que “es una medida de presión, por supuesto que los parlamentarios no tenemos iniciativa de gasto, yo creo que se ha visto siempre desde el año 90 en la discusión del Presupuesto, muy distinto al parlamentarismo de facto de los retiros y a las admisibilidades que votaban los propios que hoy están en el Gobierno”.
En la misma línea, el jefe de la bancada de diputados RN, Andrés Longton, opinó que “nosotros somos unos aprendices al lado de lo que hizo Apruebo Dignidad en el periodo anterior, que se dedicaron a socavar al Gobierno mediante este tipo de presentación de proyectos inconstitucionales o indicaciones que eran absolutamente inadmisibles del punto de vista presupuestario (…) hubo un intento permanente de instalar un parlamentarismo de facto. Lo que ocurre en esta caso con la oposición que nosotros representamos, es que sí efectivamente presentamos algunas indicaciones que tenían como objetivo dar una señal política al Gobierno de que hay ciertas situaciones que no podemos dejar pasar del punto de vista de la construcción de ciertos acuerdos, con miras a construir un presupuesto que sea representativo de todos los sectores”.
Y agregó que “obviamente ante esta inactividad que hemos visto en materia legislativa en materia de seguridad, obviamente que la ley de Presupuesto se convierte en una oportunidad. Pero hay que hacer la distinción también que una parte no menor de las indicaciones que presentó RN eran admisibles y otras claramente eran discutibles del punto de vista de su admisibilidad (…) pero tiene que ver con que los signos de diálogo y acuerdo tienen que reflejarse más allá de un protocolo”.
Sobre el tema, desde el oficialismo el diputado Raúl Soto (PPD) manifestó que “yo espero que todos entendamos que el momento político y social de Chile requiere que los políticos llevemos adelante nuestro rol de forma seria y responsable y siempre dentro de los marcos reglamentarios, legales y constitucionales”.
“Yo espero que ese no sea el camino que se tome en esta oportunidad (del parlamentarismo de facto), porque es momento de reivindicar la buena forma de hacer política y eso se hace a través del diálogo y la construcción de acuerdos en un marco razonable de convivencia democrática y respetando las reglas del juego, no saltándoselas, ni tampoco con gallitos políticos”, apuntó Soto.
En tanto, el jefe de la bancada del PS, Marcos Ilabaca consideró que “algo que la derecha criticó durante todo el periodo pasado fue que se estuvieran creando nuevas partidas presupuestaria, a través de indicaciones parlamentarias, cuestión que es absolutamente inadmisible, es el Ejecutivo al que le corresponde liderar los proceso de discusión en términos de la generación de gasto y toda la administración financiera del Estado. Por lo mismo cuando de manera irresponsable se buscan levantar gastos que son absolutamente incalculables o muy difícil de concretar, solamente como un anuncio populista no le hace bien al país”.
Para Ilabaca, “cuando se van generando este tipo de acciones, lo único que se hace es un daño al Congreso mismo, dejemos de lado este tipo de peleas absurdas y dediquémonos a generar los consensos necesarios para poder enfrentar los graves problemas que hoy viven los chilenos, ese es el llamado que le hago a la derecha hoy”.
Fuente: Emol