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U. de Chile define la condición para su nueva casa: “Queremos un estadio con sello social, no cerrado a la comunidad”

Las vicisitudes que ha tenido que pasar Universidad de Chile mientras se trabaja en las reparaciones del Estadio Nacional han sido permanente foco de angustia, dentro y fuera del cuadro azul. Por eso, la necesidad de que la U cuente con un estadio propio se hace cada vez más demandante para la dirigencia de Azul Azul.

La vicepresidenta de la concesionaria, Cecilia Pérez no desconoce un desafío que seguirá como dolor de cabeza el próximo año. “Se nos ha informado que el Estadio Nacional, por todas las obras que se están haciendo para el evento deportivo más grande que va a tener el país, los Panamericanos y Parapanamericanos Santiago 2023; no podría utilizarse”, admite.

La posibilidad de una pequeña ventana de uso entre marzo y abril puede brindarle un escensario, por ejemplo, a los clásicos contra Colo Colo y Universidad Católica de la primera rueda del próximo Campeonato Nacional.

“Si existe la posibilidad, por cierto que la vamos a solicitar. Y si no, ya estamos viendo un estadio donde poder hacer de locales hasta que podamos cumplir el sueño que por tantas décadas hemos querido tener, que es el estadio propio”, reconoce Pérez.

– ¿Pero falta mucho para eso?

“Esperemos que no. Estamos trabajando con mucha rigurosidad, con mucho profesionalismo, pero sin vender humo, que yo creo que es con lo que se ha jugado durante tantas décadas se décadas con el hincha”.

– ¿Con qué se comienza? ¿Se hará una especie de socialización del estadio con la comunidad que lo rodee, con los vecinos?

“Nuestro presidente, Michel Clark, dijo públicamente que lo primero es buscar terrenos que tanto en el Plan Regulardor Metropolitano como en el plan regulador comunal, permitan la construcción de un recinto deportivo de alta gama”.

“Ahí estamos viendo algunos terrenos para luego avanzar con la autoridad política, la autoridad comunal y la comunidad. Nosotros queremos un estadio con sello social, no un estadio cerrado a la comunidad”, explica.

“No creo que la ANFP tenga ex profeso una mala relación con la U”

La negativa de distintas autoridades políticas regionales a autorizarle estadios a Universidad de Chile ha sido la nota negra de la planificación de 2022. La vicepresidenta de Azul Azul demanda por soluciones. Fue intendenta metropolitana de 2011 a 2012, y cree que se puede hacer más.

“Yo lo hice. Hoy no existe la figura del intendente y están diluidas las funciones entre el delegado presidencial y el gobernador regional. Pero siendo intendenta, nunca hubo una excusa para hacer partidos de alta convocatoria en una fecha. En esa época enfrentamos estos partidos en dos o tres estadios distintos, y nunca se me hubiera pasado por la cabeza que al deporte le ganaran los hechos de violencia. Esa mirada ha ido involucionando y uno siente muchas veces que las autoridades políticas prefieren ponerse el parche antes de la herida, que cumplir una función que les corresponde por mandato legal”, remarca.

– ¿Existe un trato desfavorable hacia la U?

“En el caso de Universidad de Chile, nosotros hemos sentido una discriminación permanente durante 2022, que esperamos que no se repita en 2023 (…). Seguimos lamentando  decisiones de la autoridad política. Y eso no corresponde, ni con Universidad de Chile, ni con ningún club. La ley los mandata a cumplir una función, a ejercer un rol en pro del fútbol, masculino o femenino. Y no a omitirse, a que antes de que se produzca el partido digan que no se puede jugar”, puntualiza la ex ministra del gobierno de Sebastián Piñera.

“Universidad de Chile en un momento enfrentó cinco partidos consecutivos en cinco regiones distintas, y eso no solo repercute en la logística deportiva, en el plantel, si no que también en el hincha, que 48 antes se enteraba si habría o no partido, y dónde. Sentimos que eso fue muy mal manejado por la autoridad”, sentencia.

– También hubo roces en el fútbol. ¿Es cierto que creen que la ANFP quiere perjudicar a la U, como deslizó el presidente Pablo Milad?

“Nosotros contamos con apoyo de la ANFP en unas ocasiones, pero en otras no y se lo hicimos saber. No creo que haya ex profeso una mala relación establecida con la ANFP. Pero también se tiene que entender que en momentos súper difíciles, cuando peligrábamos caer en zona de descenso, esperábamos más apoyo por ejemplo para asegurar un recinto deportivo para jugar cuando las autoridades políticas le cerraban las puertas a la U”.

La próxima temporada debutará un plan de operaciones que reunirá a la ANFP, representantes políticos, de clubes y a las fuerzas de orden y seguridad en pos de que existan pautas objetivas para la autorización de los distintos estadios. Cecilia Pérez cree que por ahí va la cosa.

“Se echaba de menos una mejor coordinación. Hoy se está produciendo y esperamos no enfrentar nuevamente ese tipo de inconvenientes, que afectan el rendimiento deportivo. Esperamos que 2023 sea súper distinto, pero también claridad: cada vez que Universidad de Chile sienta que algo no corresponda, lo va a transparentar y lo va a decir”, completa.

Fuente: redgol.cl

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