La exfuncionaria de gobierno luego de su dimisión acusó haber sido “presionada” por parte del Ejecutivo para aprobar proyectos con los que no estaba de acuerdo y en los que tenía “algunos cuestionamientos técnicos”.
Posible acusación constitucional por parte de republicanos contra el ministro Giorgio Jackson y una denuncia presentada desde RN por eventual delito de tráfico de influencias, son parte de las repercusiones que se levantaron tras la salida de la exseremi de la cartera de Desarrollo Social, Patricia Hidalgo.
Desde ese ministerio explicaron a través de un comunicado que la solicitud de renuncia a Hidalgo se debió a una pérdida de confianza y que la exfuncionaria no habría denunciado un caso de presunta violación en un centro de atención a personas en situación de calle ubicado en la Región Metropolitana.
Mientras que la exseremi días después acusó que las razones sobre su salida respondían a represalias en su contra por cuestiones políticas. Además, en una entrevista radial aseveró haber sido “presionada” por parte del gobierno para aprobar proyectos con los que no estaba de acuerdo y en los que tenía “algunos cuestionamientos técnicos”.
Sobre esta situación se refirió este martes la ministra del Interior, Carolina Tohá, quien fue justamente consultada por los argumentos que entregó la exfuncionaria de gobierno luego de su renuncia.
La titular de Interior comenzó diciendo que “este es un tipo de polémica que se sitúa de una manera un poco confusa respecto al problema” y explicó que las secretarías regionales ministeriales “son cargos de confianza que se le entregan a personas que la autoridad responsable considera adecuadas y ellas se mantienen en el cargo hasta que cuentan con la confianza de la autoridad”.
Fue así que respaldó la decisión de Jackson. “Si el ministro de Desarrollo Social consideró que esta persona no ameritaba su confianza para desarrollar el cargo, está en su pleno derecho de pedirle la renuncia, ni siquiera requiere dar razones puede tomarla por el solo hecho de la pérdida de confianza”.
En esa línea añadió que “alguien podrá tener una opinión distinta, quizás ocuparía de otra manera esas atribuciones, pero el ministro quien es el responsable de los seremis que tiene hizo esa evaluación y está no solo en su derecho, sino en su deber”.
Tohá cerró su respuesta al asegurar que “los cargos de confianza no están sometidos a escrutinio público de las razones por las cuales una autoridad hace un cambio”.
Por último la jefa de gabinete fue consultada específicamente por la acusación de Hidalgo sobre presuntas presiones hacia ella para aprobar ciertos proyectos de los cuales no estaba de acuerdo.
“Si hubiera algún reclamo en esa materia se pudo haber hecho en su momento no fue el caso, esto son solo reclamos que han surgido a propósito de la petición del cargo del ministro de Desarrollo Social”, finalizó.
Fuente: La Tercera
