El Jefe de Estado salió a aclarar personalmente los dichos que emitió este lunes en Brasil y que lo dejaron en una compleja posición frente al Poder Judicial y el Ministerio Público, desde donde no escondieron su encono con el Mandatario. Ambos organismos dieron señales de autonomía y le recordaron sus atribuciones constitucionales. En la derecha, por otro lado, no descartaron evaluar una acusación constitucional en su contra.
A las 15.15 de este martes, el Presidente Gabriel Boric se vio forzado a interrumpir su agenda habitual para contener -personalmente- un flanco que él mismo abrió a su gobierno horas antes al asegurar que hubo irregularidades en el juicio de Jorge Mateluna, a quien indultó el viernes pasado junto a otros 12 condenados por delitos cometidos en el marco del estallido social.
El exfrentista fue indultado en 2004 por Ricardo Lagos, sin embargo, volvió a cumplir condena por su participación en un robo a una sucursal del Banco Santander. “Ustedes pueden revisar todos los detalles y los razonamientos respecto de los indultos que hemos otorgado. Yo tengo la más profunda convicción de que en el juicio a Jorge Mateluna hubo irregularidades y una valoración de la prueba que no estuvo a la altura de la justicia. Esto no es una opinión personal ni algo que yo haya discutido de manera individual, sino que es la opinión, como decía el exdecano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile Davor Harasic, de todos los juristas que se han acercado con seriedad al caso y, por lo tanto, invito a todos quienes quieran revisar los antecedentes que hay respecto de esto”, dijo Boric el lunes desde Itamaraty, tras reunirse con su par de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva.
Sus palabras generaron la molestia de la fiscalía y de la Corte Suprema, organismos que durante la mañana de este martes emitieron duras declaraciones en contra de sus dichos. Tanto así que el máximo tribunal le recordó sus atribuciones constitucionales, deslizando un incumplimiento por parte del Jefe de Estado.
El pronunciamiento levantó las alertas de manera inmediata en La Moneda, y provocó que la ministra del Interior, Carolina Tohá, saliera ayer en cuatro ocasiones a explicar sus dichos. El error del Jefe de Estado fue que, pese a que no se detalló en el decreto del indulto -al que tuvo acceso este medio-, él mismo reveló públicamente razones ulteriores a su determinación, en este caso, las supuestas “irregularidades” en el proceso judicial e inocencia de Mateluna. Algo que -planteaban en la oposición- podría configurar una eventual infracción del Mandatario.
Así, mientras algunos parlamentarios de ese sector -sobre todo de RN y Republicanos- debatían el estudiar una acusación constitucional en contra de Boric, los equipos del Mandatario ponderaban los efectos de sus afirmaciones. Si bien en Palacio asumían que las declaraciones del Jefe de Estado no habían sido las más prudentes, recalcaban que esto no era algo inédito y que distintos gobiernos se han enfrentado en algunas materias al Poder Judicial.
En la Secom, de hecho, se comenzó a recopilar una serie de notas de prensa que daban cuenta de “gallitos” entre los expresidentes Sebastián Piñera y Patricio Aylwin con el máximo tribunal, las que luego hicieron circular. Pese a eso, tras un largo debate entre sus equipos, la conclusión fue que el único que podía bajar el tono de la polémica, afirmando que sus dichos eran una opinión personal y que no buscaba transgredir las atribuciones de otro poder del Estado, era el propio Presidente, evitando así que la pugna escalara aún más.
En un improvisado punto de prensa en el Patio de las Camelias de La Moneda, el Jefe de Estado acusó el golpe y aseguró -pese a que horas antes había señalado que su percepción sobre el caso Mateluna no se trataba de una opinión personal- que “independiente de mi opinión personal respecto del caso en cuestión, el indulto otorgado a Jorge Mateluna se funda en las atribuciones que, como Presidente de la República, me otorgan la Constitución y las leyes. En particular, la Constitución en su Art. 32 N°14 y la Ley 19.050 (sic) que fija las normas generales para conceder indultos particulares”.
Boric cometió un error al citar dicha normativa, lo que no pasó desapercibido en Chile Vamos. La ley que regula el otorgamiento de indultos es la 18.050, equivocación que luego fue precisada por los equipos presidenciales.
Con todo, en un gesto al máximo tribunal, Boric recalcó que “comparto, plenamente, el recordatorio que hoy realizara la Corte Suprema respecto de la importancia del inciso 1° del Art. 76 de la Constitución Política de la República, que establece de manera muy clara que ni el Presidente de la República ni el Congreso pueden, en caso alguno, ejercer funciones judiciales, abocarse a causas pendientes, revisar los fundamentos o contenidos de sus resoluciones o hacer revivir procesos fenecidos. La facultad de indulto, de la cual he hecho uso, no pone en cuestión esta norma esencial de la separación de poderes de nuestro sistema político que yo, personalmente, respeto, valoro y haré respetar”.
Y agregó: “Con esta declaración espero dar por zanjada esta polémica, dejando en claro que cada poder del Estado tiene el deber legal y constitucional de respetar las atribuciones del otro y eso es lo que nosotros hoy día estamos haciendo, solo así podremos fortalecer nuestra democracia”.
Cambio de diseño en La Moneda
Pero la gravedad de la situación y el diseño de que Boric saliera a contener la situación no se zanjó hasta pasadas las 14.00. Durante la mañana de este martes, la ministra vocera, Camila Vallejo, organizaba una vocería junto a su par de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola, para destacar el paso del Presidente por Brasil, país que visitó este 1 y 2 de enero para participar de la asunción de Lula da Silva y donde se consiguió el dilatado agreement al embajador Sebastián Depolo.
De hecho, la ministra Urrejola llegó a Palacio antes de las 13.00 para coordinar la vocería con Vallejo, cita a la que se sumó por momentos el propio jefe de gabinete del Mandatario, Matías Meza-Lopehandía. Ese hito, sin embargo, nunca se concretó. Tras un retraso de casi dos horas, los equipos de la portavoz de La Moneda informaron que no habría tal declaración y que sería el propio Boric el que asumiría la posta. “Cuando hay una acción que hace ruido, y es inconveniente para los objetivos del gobierno, lo necesario es salir a aclararlo”, señalan en Palacio, a la vez que recalcan que para el Mandatario era muy relevante despejar dudas sobre la independencia de los poderes del Estado.
La intervención del Mandatario, en todo caso, se dio luego de cuatro apariciones de la ministra Tohá, con las que no bajó la tensión con la Suprema ni el Ministerio Público. “Yo creo que el Presidente ha querido hablar de la convicción y el juicio que se ha hecho respecto de uno de esos casos, pero yo quisiera insistir en la naturaleza del indulto. El indulto en términos prácticos son personas que están condenadas y que producto de la decisión presidencial mantienen su condena, sus antecedentes penales, y el juicio por el que se condenó mantiene su vigencia, pero en una facultad extraordinaria el Presidente decide que puedan cumplir su condena en libertad”, afirmó durante la mañana la jefa del gabinete, explicaciones que no fueron bien evaluadas en el gobierno.
Tras la declaración del Jefe de Estado, en todo caso, tanto Tohá como su par de Justicia, Marcela Ríos, reforzaron desde el Congreso las razones tras los indultos concedidos. Esta última fue consultada también por la acusación constitucional que ya anunciaron los diputados UDI en su contra, tras un error que fue atribuido a su cartera al equivocar la nómina de indultados que se comunicó el día viernes.
Fuente: La Tercera