El 7 de enero el Presidente Gabriel Boric confirmó que quien reemplazaría a Marcela Ríos en la cartera sería el doctor en Derecho e investigador senior del Centro de Regulación y Competencia de la Universidad de Chile.
Al haber asumido en medio de un momento “complejo” para el Gobierno por los indultos que concedió el Presidente Gabriel Boric a fines de 2022, naturalmente las frases del nuevo ministro de Justicia, Luis Cordero, han estado marcadas por ese tema.
Antes de tomar el cargo -y, de hecho, el mismo día del anuncio del Mandatario-, el abogado, quien fue profesor de Boric en la Universidad de Chile, escribió en su cuenta de Twitter que le honra sumarse al gabinete y asumir los desafíos de conducción institucional en materia de Justicia y Derechos Humanos, junto con agradecer la confianza.
Ahora, solo unos días después, el ministro ya empezó a mostrar sus primeros gestos. Consultado sobre la posibilidad de revocar los indultos, descartó pronunciarse señalando: “Voy a responder como un viejo profesor de la práctica de profesión y de la Corporación de Asistencia Judicial: papelitos primero, miremos los papeles y luego puedo responder“.
Y, aclaró que “no tengo problemas en responder esa pregunta, pero tal como dije, tan pronto yo me instale podría responder. Solo quisiera advertir que los indultos en Chile, si se revisa desde su aplicación desde la década de los 90 hasta hoy habitualmente han sido conflictivos“.
De todas maneras, y yendo más allá, el secretario de Estado resaltó que él asume en “un sector que es mucho más que el indulto y el nombramiento del fiscal nacional. Es donde están en juego una cantidad importante de servicios que son clave para los ciudadanos de este país“.
Ya en las últimas jornadas, las declaraciones del ministro han ido progresando. En entrevista con El Mercurio, dijo de manera contundente: “Quiero descartar que exista antecedente que suponga que el Presidente indultó a personas equivocadas“.
Respecto a las declaraciones que dio el Mandatario cuando anunció la renuncia de Ríos, de que hubo “desprolijidades”, Cordero sentenció que “hay veces en que los significados de algunas expresiones pueden efectivamente permitir interpretaciones extensivas (…), está muy focalizado desde el punto de vista de la evaluación política, y explica por qué yo estoy acá. Pero otras cosas son las consideraciones jurídicas; jurídicamente los expedientes administrativos están tramitados de conformidad a la ley“.
“Desde el punto de vista de la tramitación procedimental no hay algo que pueda decir que ese concepto de desprolijidad se traduzca jurídicamente en un efecto concretó“, agregó.
Otra definición que expuso Cordero es que “en Chile no hay presos políticos”. De acuerdo a lo que comunicó “Tenemos un sistema institucional sujeto a reglas y procedimientos, este es un Estado de Derecho, aquí a nadie se le persigue por sus ideas. La calificación de preso político es una calificación internacional y jurídicamente bien precisa y en Chile no hay presos políticos“, concluyó.
Fuente: Emol