Una encuesta realizada la primera semana de enero a las empresas del sector metalúrgico metalmecánico reveló que durante 2023 la competitividad de las empresas se verá afectada principalmente por el alto costo de las materias primas, seguido de la dificultad para contratar personal y problemas logísticos en los puertos.
La muestra fue dada a conocer por el presidente de Asimet, Dante Arrigoni, durante una conferencia desayuno con empresas del gremio, en donde afirmó que la incertidumbre sigue siendo un escollo que afecta la gestión de los negocios. Es así que un 83,9% de los consulados consideró que existe mucha incertidumbre, mientras que un 9,7% respondió baja, y un 6,5% dijo que no existe incertidumbre.
Frente a la pregunta ¿qué percepción tiene para el desarrollo de su empresa para este año 2023?, un 38,7% respondió «positiva»; un 35,5% dijo «neutra», mientras que un 19,4% señaló tener una «mala percepción», y un 6,5% una «muy mala percepción». La opción «muy positiva» no fue marcada por ningún encuestado.
Ventas y empleo
En cuanto a la proyección de ventas para este año, respecto de 2022, un 41,9% señaló que se mantendrán; un 32,3% dijo que aumentarán, mientras que un 25,8% consideró que las ventas disminuirán. En promedio, las empresas del sector proyectan un crecimiento de 2,6% en este ítem.
En el ámbito de la empleabilidad, un 45,2% respondió que este año mantendrá su dotación de personal, un 29% dijo que considera disminuirla, mientras que un 25,8% indicó que la aumentará. En promedio, las empresas proyectan una baja en la dotación de colaboradores para 2023 de 0,4%.
Finalmente, entre las medidas clave para impulsar la productividad del sector manufacturero, los encuestados mencionaron, en este orden, las siguientes: rápido despeje del tema constitucional, control de la seguridad pública y del narcotráfico y postergación o adecuación de reformas, como la tributaría y la jornada laboral de 40 horas.
Al comentar los resultados de la encuesta, el timonel de Asimet indicó que las negativas cifras del sector durante 2022, en que estiman que la industria tendrá una caída entre el 3% y 5%, obligan al gremio a ser aún más enfático en la búsqueda de políticas de desarrollo productivo que reimpulsen a la industria manufacturera, tarea en la que ya se encuentran trabajando con el Ministerio de Economía.
«Sin duda que el Estado tiene hoy que hacerse cargo de la principal preocupación de los chilenos: la seguridad pública, sin la cual no hay política de desarrollo productivo que pueda dar frutos. En el ámbito político, necesitamos completar sin más demora el proceso constitucional, mediante la redacción de un texto que provea las bases para retomar el progreso. Pero más allá de dar solución a estos problemas inmediatos se requieren políticas orientadas a estimular el ahorro, la inversión y la productividad, requisitos fundamentales para aumentar el crecimiento potencial de Chile. Sin un crecimiento más alto y sostenido será muy difícil avanzar en la provisión de los derechos sociales que aspiramos para todos los chilenos», concluyó Arrigoni.
Fuente: portalminero.com