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Salud dental y Vacaciones

Beatriz Beytia Caillaux, académica de la carrera de Odontología UNAB Sede Viña del Mar.

Los niños están de vacaciones, sus uniformes colgados, loncheras guardadas, comienzan los horarios más relajados, los desayunos, meriendas y cenas varían un poco, el ambiente es alegre y todo se da para comprar más paquetes de gomitas y masticables, que para una piña rica y saludable… ¡A todos nos pasa!

En esta época las rutinas cambian, incluso aquellas relacionadas con la limpieza de los dientes. Los padres en cierta manera también “entran de vacaciones con la higiene dental” y los cepillados se vuelven más distanciados y esporádicos. Por eso es muy importante recordar que, si un niño ha asistido periódicamente a sus controles odontológicos y se encuentra sano, cualquier desajuste durante estos meses tendrá grandes repercusiones. 

Los hábitos saludables no tienen vacaciones. Se debe insistir en mantener horarios de cepillado dental, que al menos deben ser 2 veces al día, siendo el más delicado, el cepillado nocturno, ya que durante la noche nuestro flujo salival disminuye y promueve que las bacterias y los restos de alimentos que quedan entre los dientes, en un ambiente ácido y más ácido sin saliva, produzcan más rápidamente lesiones de caries.

Si sales con niños procura preparar colaciones saludables, trozos de frutas, botellas de agua (¡siempre agua!). Idealmente dejen las bebidas gaseosas y jugos en cajas, el yogurt natural, no endulzado, es una buena opción. Esto evitará que compres cosas en la calle que no son tan sanas porque contienen mucho azúcar.

Asimismo, evita que tus niños coman dulces muy pegajosos. Las gomitas y calugas tienen una consistencia altamente adhesiva y poder removerlas totalmente de la superficie de los dientes requiere de tiempo y dedicación.

Utiliza junto con el cepillado de dientes, la seda dental. Hoy en día existen en el mercado dispositivos mucho más cómodos para efectuar la limpieza que requiere la zona de contacto entre nuestros dientes. Sería ideal que pudiesen realizarlo diariamente, pero si no se puede al menos 3 veces a la semana ya sería un gran avance.

Recuerden siempre que los hábitos en los niños se aprenden a través del ejemplo diario, de la persistencia y del compromiso. Debemos estar atentos y cepillar los dientes de nuestros hijos, hasta que ellos cumplan con una madurez motora suficiente para que puedan realizar el cepillado de forma correcta y consciente, esto no tiene que ver con la edad, si no con el desarrollo de habilidades motrices más específicas.

Las vacaciones pueden ser una instancia con mayor tiempo para llevar a nuestros hijos a control odontopediátrico, aprender técnicas de cepillado correctas y evaluar si el cepillo y la pasta dental que utilizamos son las adecuadas. 

Fuente: Unab

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