Por: Yanira Figueroa Pequer, directora regional (i) Fundación Integra Región de Atacama
El 11 de febrero se celebró el día internacional de la mujer y la niña en la ciencia, fecha proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, conmemoración relevante para todas las entidades comprometidas con la educación y que apuestan por avanzar en la equidad de género. Según datos del último informe de Unesco, una de cada tres investigadores es mujer, por ello cobra relevancia, que desde la educación inicial se propicie una participación igualitaria en todo tipo de experiencias de aprendizajes.
La indagación y observación del entorno que los rodea, la experimentación con los elementos que tienen a disposición, permiten que niños y niñas con su diversidad, respondan y realicen consultas para satisfacer su curiosidad natural.
Cuestionar y reflexionar sobre los fenómenos naturales o situaciones cotidianas de su entorno, les permitirá, en un futuro, convertirse en seres reflexivos, críticos y analíticos. Para ello es clave que las y los adultos movilicemos a niños y niñas, invitándolos a observar u explorar objetos, seres vivos o situaciones cotidianas. Junto a ellos y ellas podemos elegir preguntas investigables y hacer predicciones de forma lúdica.
En las salas cuna y jardines infantiles de Fundación Integra existe una intencionalidad pedagógica que se materializa a través del juego como medio para desarrollar aprendizajes, con equipos educativos preparados para guiar estas experiencias, usando la indagación y la experimentación, fomentando de esta forma el pensamiento crítico, la formulación de hipótesis y la toma de decisiones.
Resulta fundamental que se generen estos espacios equitativos, sin estereotipos, inclusivos, para que en el futuro la ciencia y la investigación se robustezca con las miradas de hombres y mujeres, a quiénes desde su primera infancia, se les entregaron los espacios para reconocer su potencial de desarrollo.
Fuente: Integra