El papa Francisco, de 86 años, fue dado de alta este sábado del hospital romano en el que estuvo internado tres días por una bronquitis, constataron.
“Aún estoy vivo“, dijo bromeando el pontífice argentino a los fieles y periodistas congregados frente al hospital Gemelli de Roma.
El papa, que estaba sonriente y de buen humor, se bajó de su automóvil para saludarlos, antes de dirigirse al Vaticano.
Francisco fue despedido con aplausos por la gente que se había congregado allí con la esperanza de verlo.
Realizará misa de Domingo de Ramos
El Vaticano confirmó que podrá presidir mañana la misa de Domingo Ramos en la plaza de San Pedro, que marca el inicio de los ritos de la Semana Santa.
Francisco recibió tratamiento antibiótico por una bronquitis infecciosa, que produjo “los efectos esperados con una notable mejoría”, explicó el vocero del papa.
El papa Francisco fue internado el pasado miércoles en un hospital de Roma para someterse a “controles” médicos, informó el Vaticano, sobre el estado de salud del pontífice argentino, de 86 años, los que finalmente arrojaron que presenta una “infección respiratoria”.
Conjeturas y secretos
Los problemas de salud del papa suelen suscitar todo tipo de conjeturas. En las varias entrevistas concedidas en los últimos meses, evocó la posibilidad de renunciar, tal como lo hizo en 2013 su predecesor, Benedicto XVI, fallecido a finales de 2022.
En julio pasado, Francisco confesó que “ya no podía viajar” con el mismo ritmo de antes e incluso mencionó que podría “hacerse a un lado”.
Pero en febrero aclaró que la renuncia de un papa “no debe convertirse en una moda” y que esa idea “por el momento” no estaba en su agenda.
Francisco cuenta desde hace un año con un “asistente personal sanitario” permanente, una enfermera.
Fuente: Meganoticias