Miriam Fuentes Navarrete, académica Facultad de Enfermería UNAB Sede Viña del Mar.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que la diabetes mellitus es una de las principales patologías que causa lesiones y amputaciones de las extremidades inferiores. Básicamente estos problemas se producen porque los niveles altos de glicemia en la sangre alteran los vasos sanguíneos y los nervios, produciendo heridas crónicas y complejas que tienen un gran impacto a largo plazo en la calidad de vida de las personas. Se estima que, una cuarta parte de estas heridas no cicatrizará. Por eso es importante que la persona con diabetes cuide sus pies de una forma sencilla.
Lo primero, debe lavarse diariamente sus pies con agua tibia. Secar con una toalla entre cada uno de los dedos de sus pies con suavidad y prolijamente. Una vez que sus pies están secos aplique una loción o crema hidratante por encima y debajo de los pies, pero nunca entre los dedos.
Revisar diariamente los pies en busca de cortaduras, rasguños o grietas en la piel y entre los dedos. Buscar hinchazón y palpar si hay zonas enrojecidas o más calientes. Si es necesario la persona debe usar un espejo de mano para observar sus pies o solicitar ayuda de algún familiar.
Ser cuidadoso al cortar las uñas y recordar que el corte debe ser recto. Es imprescindible consultar con un podólogo si tiene cualquier alteración en sus pies como callos, durezas o le cuesta cortarse las uñas.
Cambie sus calcetines a diario. Elija sus calcetines cuidadosamente. No utilice calcetines zurcidos o rotos y prefiera los que sean de material suave como algodón o hilo. Nunca use ligas elásticas ni calcetines apretados.
Tampoco camine descalzo. Elija sus zapatos cuidadosamente prefiriendo zapatos de horma ancha, cerrados, con un taco no superior a 4 cms., con suela flexible y material absorbente de choque contra el suelo. Siempre revíselos antes de usarlos y prefiera comprarlos en la tarde, cuando sus pies estén hinchados para asegurar que no le apretarán. Nunca use sandalias.
Se aconseja no usar guateros, bolsas de agua caliente, calentadores eléctricos y no acercar demasiado sus pies a estufas o braseros.
Consulte a un médico o profesional de enfermería si observa en sus piernas o pies: lesiones; cambio de color de la piel; debilidad; hinchazón o dolor; dolor que le impide deambular; dolor que aumenta en reposo; aumento de la temperatura; enrojecimiento de los pies o en el borde de las uñas.
Pese a las sugerencias anteriores también es necesario que mantenga un control estricto de su diabetes con niveles óptimos de glicemia en sangre, lo que normalmente se logra siguiendo estrictamente la alimentación indicada por el doctor y nutricionista, como la ingesta correcta de los medicamentos. La mejor forma de saber si el tratamiento es efectivo es asistiendo frecuentemente a los controles médicos y de profesional de enfermería, realizándose los exámenes sanguíneos solicitados y llevando una vida saludable: suprimiendo al tabaco y el alcohol y caminando diariamente 30 minutos a paso moderado o rápido.