Dentro del programa humorístico mexicano Chespirito, un segmento se volvió un éxito absoluto: El Chavo del Ocho. En BBC Mundo te presentamos algunos datos que quizás no conocías del programa que conquistó América Latina.
“Sin querer, queriendo”.
Una de las frases favoritas de Roberto Gómez Bolaños (1929-2014) resume la manera en que el humorista mexicano conquistó la televisión de México y gran parte de América Latina con “Chespirito”.
El programa llegó a su última edición hace 25 años, tras un cuarto de siglo al aire y tras exportar su contenido a la televisión de habla hispana y portuguesa de América Latina, así como más de 50 idiomas del mundo.
“El Chapulín Colorado”, “El Doctor Chapatín”, “Los Chifladitos” y “Los Caquitos” fueron algunos de los segmentos más populares en la barra de “Chespirito” surgidos de los guiones de Gómez Bolaños, quien era conocido como “Chespirito” y por eso dio el nombre al programa.
Pero ningún sketch fue tan popular como “El Chavo del Ocho“, a pesar de que no era uno de los segmentos principales del programa.
“Sin querer, queriendo” se ganó al público.
Las historias del niño huérfano que vivía en una vecindad, como sus amigos Quico y la Chilindrina, Don Ramón, Doña Florinda, Doña Clotilde “la bruja del 71” y el señor Barriga, así como su maestro, el profesor Jirafales, fueron vistas por varias generaciones.
“El programa número uno de la televisión humorística”, como se presentaba, estuvo en las pantallas durante casi 50 años ininterrumpidos hasta agosto de 2020, cuando una disputa por los derechos dio fin a las retransmisiones.
Aunque millones de televidentes han disfrutado de sus historias, quizás no conozcas algunos de estos ocho datos sobre “El Chavo del Ocho“.
1. Por qué se llamó así
Gómez Bolaños y sus sketches humorísticos no nacieron en los estudios de Televisa, sino en la emisora Televisión Independiente de México (TIM) que era conocida como “Canal 8”, el de su frecuencia.
Cuando “El Chavo” ganó popularidad, fue identificado por los televidentes como “El Chavo del 8”, en referencia al canal donde se transmitía.
Pero la fusión de TIM y la emisora Telesistema Mexicano dio origen en 1973 a Televisión Vía Satélite, o Televisa, la cual mantuvo al aire a “Chespirito” con todos sus sketches.
En los capítulos posteriores a esta unión el guion se adaptó para indicar que El Chavo vivía en la casa 8 de la vecindad. Por eso seguía siendo “El Chavo del Ocho”.
2. Cuándo apareció por primera vez
Trabajando juntos desde finales de la década de 1960, Gómez Bolaños, Ramón Valdés, María Antonieta de las Nieves y Rubén Aguirre fueron la base de actores del programa “Chespirito”.
En 1972 apareció por primera vez el segmento de “El Chavo del Ocho” con Gómez Bolaños como El Chavo -en México se le dice así a los niños- y “La Chilindrina” -nombre de un pan dulce con granos de azúcar que parecen pecas, como las del personaje- interpretada por De las Nieves.
Ese año hubo 11 episodios dentro del programa “Chespirito” y su éxito dio pie a que al año siguiente se convirtiera, como retransmisión de los mismos capítulos, en una serie semanal con título propio.
Florinda Meza (Doña Florinda), Carlos Villagrán (Kiko), Édgar Vivar (el señor Barriga) y Angelines Fernández (Doña Clotilde, “la bruja del 71”) se sumaron al elenco. Rubén Aguirre aparecería a partir de capítulos posteriores.
3. “Dirección, Enrique Segoviano”
Uno de los nombres que se quedaron grabados en la mente de los amantes del programa nunca tuvo un papel en cámara.
En la presentación de los actores de cada episodio, durante las temporadas de estreno de la década de 1970 se escuchaba al locutor decir: “dirección, Enrique Segoviano”.
¿Pero quién era?
Se trataba del actor, guionista, productor y director nacido en República Dominicana que se encargó de la realización del programa entre 1973 y 1978.
Florinda Meza. quien fue pareja de Gómez Bolaños desde la década de 1970, reveló hace poco que estuvo cerca de unir su vida a Segoviano antes de relacionarse con “Chespirito”.
“Estuve a punto de casarme con alguien muy muy bueno y valioso y buena persona. Él es Enrique Segoviano”, dijo en una entrevista con TV Azteca en 2015, un año después del fallecimiento de su esposo.
4. ¿Y quién era el locutor?
La voz que todos los seguidores del programa recuerdan al comenzar el programa era la de Jorge Gutiérrez Zamora, un locutor de Televisa que presentaba los episodios y actores, como el “supercomediante Chespirito”.
Gutiérrez Zamora prestó su voz en los programas de la década de 1970 e incluso apareció en imagen en algunos de los episodios, como el de las vacaciones en Acapulco, como actor extra.
5. El único episodio fuera del estudio
En 1977 se dio una grabación única de “El Chavo del Ocho”: todos los personajes se fueron de vacaciones a Acapulco, el puerto turístico del sur de México.
Mientras que la vecindad y su calle, el restaurante de Doña Florinda o la escuela del “maistro Longaniza” estuvieron escenificados en estudios de Televisa, el episodio dividido en tres capítulos llamado “Vacaciones en Acapulco”fue el único grabado en una locación.
El Hotel Acapulco Continental, propiedad del entonces dueño de Televisa, Emilio Azcárraga Milmo, fue el marco de la historia.
Otra particularidad fue que en ese capítulo aparecen todos los personajes principales del programa, lo cual no era usual en los guiones de Gómez Bolaños.
6. ¿Por qué se fue Quico?
“A mí se me sacan del programa porque Quico se le fue arriba en popularidad. Por las características del mismo personaje. El Chavo era más sencillo, más gris. Y Quico llamaba mucho la atención“, dijo Carlos Villagrán el año pasado en el canal argentino América TV.
El actor, que trabajó con Gómez Bolaños de 1970 a 1978, cree que “Chespirito no calculó que el villano” del programa, Quico, “se iba a convertir en el villano simpático” y por ello era más buscado en las giras por la prensa y los admiradores.
Las diferencias llevaron a la renuncia de Villagrán, quien comentó el año pasado: “Lo que quería hacer Chespirito era sepultarme artísticamente y ponerme el pie encima”.
Gómez Bolaños, por el contrario, dijo en varias entrevistas que respetaba la renuncia de Villagrán y que incluso le permitía seguir haciendo uso del personaje.
Tras su salida, Ramón Valdés también dejó el programa, lo cual Villagrán apuntó que fue en solidaridad con él, pero “Chespirito” aseguró que fue porque tenía un mejor proyecto y no podía detenerlo.
La salida de Quico cambió el programa y abrió paso a una disputa de derechos en la década de 2000 con María Antonieta de las Nieves y su personaje de “La Chilindrina”.
7. El Quico y el Don Ramón “venezolanos”
A su salida de Televisa en 1978, donde asegura fue “vetado” de volver a trabajar en México, Carlos Villagrán buscó trabajo en otros países y lo encontró en Venezuela.
Durante casi toda la década de 1980 realizó varios programas echando mano del personaje de Quico. Aunque Villagrán conservaba su acento mexicano, el resto de los actores eran venezolanos.
Excepto uno: Ramón Valdés colaboró en varios programas con Villagrán, uno de ellos “Federrico” (1982) de Radio Caracas Televisión en donde el entrañable Don Ramón era llamado Don Moncho (y ahí ya no era pobre).
8. ¿Por qué se acabó “El Chavo del Ocho”?
Para inicios de la década de 1990, Gómez Bolaños ya pasaba de los 60 años e interpretar a un niño de 8 años como el Chavo, o al superhéroe Chapulín Colorado ya le resultaba complicado.
“En realidad, el programa duró ininterrumpidamente 25 años. Que se dice fácil, pero es mucho. Y tanto el Chavo como el Chapulín cumplieron un ciclo muy importante, que yo quiero respetar“, dijo en una entrevista con RTVE de España en 1996, unos meses después del fin de “Chespirito”.
“Es obvio que ya no puedo hacer ni El Chavo ni El Chapulín Colorado, que son los personajes que más hice. Y guardo un recuerdo muy bonito de ellos”, añadió.
Tiempo después se supo que Televisa le había informado a Gómez Bolaños que “Chespirito” dejaría de transmitirse en el horario y canal estelar que tenía, ante lo cual el humorista decidió darlo por concluido.
En cuanto a “El Chavo del Ocho”, en realidad dejó de grabarse en 1992 y después solo hubo retransmisiones que continuaron durante casi dos décadas más en México y América Latina. De hecho muchos de los guiones originales de la década de 1970 se reciclaron una, dos o más veces con sutiles cambios.
El programa siguió retransmitiéndose en México y América Latina hasta acumular casi cinco décadas.
¿Volverá a la pantalla una de las series más exitosas de la televisión en habla hispana? Como decía el Chavo, “lo último que se pierde es la barriga, señor Esperanza”.
Fuente T13