Sin duda que uno de los hitos patrimoniales de la ciudad de Copiapó, es la pileta de la plaza de armas. El monumento a la Minería, construido en mármol de carrara fue declarado monumento nacional en el año 1993, sin embargo, la deplorable situación en que se encuentra por estos días, más que orgullo, da vergüenza.
El sentir de los copiapinos es prácticamente unánime, un abandono que ha tenido uno de los símbolos patrimoniales de la capital atacameña, y no se ve avances para su intervención.
El símbolo de la otrora denominada “Plaza más linda de Chile”, esta vandalizada con grafitis y con una falta de mantención urgente, pero al ser un monumento nacional, existe una burocracia centralizada con el Consejo de Monumentos Nacionales, con actos administrativos y solicitudes de permisos para poder llevar a cabo cualquier intervención.
En la última sesión de Concejo Municipal, se abordó esta situación. Se indicó que existe un proceso de poder adjudicar obras de restauración del Monumento a la Minería, con un costo cercano a los 10 millones de pesos, sin embargo, el alcalde Marcos López, indicó que el proceso es muy complicado para concretar.
Junto a eso, la autoridad copiapina indica que, está próximo a llegar la autorización para poder pintar la fachada de la ex Casa Consistorial, ahora Casa de la Cultura, ubicada frente a la Plaza de Armas, debido a un proceso administrativo que habría sido más ágil para conseguir un visado, debido a que, de acuerdo el edil, el edificio patrimonial es un hito de interés arquitectónico y no monumento nacional.
Pero lo cierto, es que el edificio de la ex Municipalidad de Copiapó, ubicado en la esquina de las calles O’Higgins y Chacabuco cuenta con la misma denominación que el Monumento a la Minería y las demás estatuas de la Plaza de Armas, según consta en el Decreto 664 del mes de septiembre de 1993.
