Dos profesionales de la prensa que no fueron ejecutados en dictadura, sino antes y después de esta, figuran en el listado en una placa que se inauguró este martes en las afueras de la sala de prensa de La Moneda. Según el Ministerio Secretaría General de la Presidencia, los datos al respecto provienen del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.
Un sentido homenaje realizaron este martes en la mañana el Presidente de la República, Gabriel Boric, el Ministro de las Culturas, Artes y Patrimonio, Jaime de Aguirre, y la Ministra Secretaria General de la Presidencia, Camila Vallejo, a los periodistas asesinados y desaparecidos durante la dictadura, en el marco de la conmemoración del Día del Periodista.
“Las y los hemos invitado a conmemorar el Día de las y los periodistas para construir de manera colectiva, una instancia de homenaje solemne, de memoria y de reparación, dedicada especialmente en esta ocasión a aquellos hombres y mujeres, periodistas y comunicadores que, luchando por causas nobles en las que creían entregaron su vida por la defensa del derecho a pensar distinto, a expresarse, a comunicar y a informar”, sostuvo la ministra Vallejo.
El momento central del acto fue el descubrimiento de una placa que contiene los nombres de 37 profesionales de la prensa que, según el comunicado de la Secretaría General de Gobierno, que figura en su web, son “cifras del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos”. Independiente de la fuente en la que se basa dicha afirmación, hay a lo menos dos errores manifiestos en el listado, que incluye a dos profesionales asesinados en el cumplimiento de sus funciones en Chile, pero antes y después de la dictadura.
El primer caso es el de Leonardo Henrichsen, camarógrafo argentino que grabó su propia muerte, cuando fue objeto de un disparo ejecutado por un militar, durante el “Tanquetazo” del 29 de junio de 1973. De hecho, el sábado pasado El Mostrador publicó una extensa crónica de Eduardo Labarca acerca de esos hechos y la forma en que los implicados escondieron la cámara del profesional, la que se puede leer aquí.
El segundo profesional que figura en la placa y que tampoco murió en dictadura es Jonathan Moyle, periodista británico que cubría la Feria Internacional del Aire y el Espacio (FIDAE) y fue encontrado sin vida en su habitación del hotel Carrera (la actual Cancillería), el 31 de marzo de 1990. Aunque inicialmente la PDI indicó que se había suicidado, la conclusión a la que posteriormente llegó Carabineros fue que el periodista, que investigaba la adaptación militar de un helicóptero Bell-206, por parte de las empresas Cardoen, fue asesinado y, aunque la justicia calificó como tal el hecho, nunca hubo detenidos ni procesados al respecto.
FUENTE EL MOSTRADOR