Vicepresidente ejecutivo, José Miguel Benavente, precisa que llegaron nueve empresas al RFI donde seis de ellas son extranjeras. Ahora resta el llamado formal.
En el marco del plan de acción de hidrógeno verde 2023-2030, el 6 de julio el Gobierno presentó los integrantes del Comité Estratégico, entre cuyas tareas está la construcción de un discurso político que comunique nacional e internacionalmente las directrices del país en hidrógeno. Pero no ha sido el único hito en los últimos días.
En paralelo, el Comité de Desarrollo de la Industria del Hidrógeno Verde de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) recibió nueve manifestaciones de interés para desarrollar diversos proyectos de manufactura de electrolizadores en Chile, dando cuenta de una oportunidad de generación de valor local más allá de la llegada de inversión para la producción.
Esto, luego que el 15 de junio finalizara la etapa de Request for Information (RFI), proceso que buscó indagar las empresas que estarían interesadas en fabricar y/o ensamblar electrolizadores, sus componentes y sistemas auxiliares en Chile; y bajo qué condiciones se instalarían para abastecer el mercado nacional y regional.
El electrolizador es clave para poder producir hidrógeno, ya que separa las moléculas de hidrógeno y oxígeno.
Propuestas de Chile y el extranjero
El vicepresidente ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente, precisa que la convocatoria fue enviada a los principales productores del mundo -más de 50- y llegaron nueve propuestas. De ellas, tres son chilenas y seis extranjeras. En este último caso, los países de origen de las empresas son España, Italia, Bélgica, Estados Unidos, China y Bélgica. Entre ellas figuran Industrie De Nora SpA- multinacional italiana- que fabrica electrolizadores, la firma local Chileinox que busca ser proveedor de partes y el resto firmó contratos de confidencialidad.
Las expresiones de interés contemplan la instalación de plantas de fabricación de 0,5 GW – 1 GW de electrolizadores de capacidad por año, con inversiones estimadas entre US$ 50 y US$ 100 millones, variando las tecnologías entre electrolizadores alcalinos (ALK), electrolizadores de membrana polimérica protónica (PEM) y electrolizadores de óxido sólido (SOEC). Es decir, la inversión total de las propuestas recibidas supera los US$ 850 millones.
En términos de empleo indican que cada planta de 1 GW generará del orden de 100 empleos directos y ocuparía un área en torno a los 20.000 m2.“Lo que estamos viendo es lo que quieren hacer. Hay algunos que quieren hacer electrolizador completo, otros piezas y partes de electrolizadores en Chile en función de sus capacidades, de su tecnología, de sus intereses”, comenta. En ese sentido, añade, “son proyectos grandes y posiblemente estarán físicamente establecidos cerca de las zonas donde se produce el hidrógeno, probablemente el norte y el sur”.
Corfo ha señalado que la fabricación local de electrolizadores permitiría, en principio, aumentar la inversión, acelerar el desarrollo de plantas de producción de hidrógeno verde y derivados al reducir los tiempos de entrega de los electrolizadores, desarrollar ingeniería localmente, generar empleos y agregar valor económico y social en los territorios.
Capital humano y cadenas logísticas
La etapa que viene es convocar a un proceso de solicitud de propuestas (RFP). Este corresponde -explica Benavente- al “llamado más formal de interés con más detalle de la ingeniería y la propuesta de instalación y de vínculo con empresas locales particularmente pequeñas y medianas, de provisión de piezas y partes”. Y agrega: “Es un proceso que se llevará adelante en unos meses más para tener esta capacidad de producción de electrolizadores para atender la demanda que va a requerir grandes proyectos de hidrógeno verde que se van a instalar en Chile en los próximos años”.
Consultado por si visualizan algunos riesgos que podrían tener estas empresas a la hora de seguir avanzando, Benavente señala que parte de ellos podrían ser la necesidad de contar con capital humano entrenado y recalca que en Corfo están trabajando en ello. A lo que se suma la necesidad de que las cadenas de logística locales funcionen.
Temas regulatorios en general para este tipo de casos -dice- están relativamente resueltos, porque “una cosa es la regulación asociada a las grandes inversiones en hidrógeno verde y otra el establecimiento de empresas manufactureras que es bastante estándar”. Eso sí, recuerda que se está haciendo un trabajo desde el Ministerio de Economía respecto a la permisología sectorial.
Medidas
El mismo día en que el Gobierno presentó el Comité Estratégico, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, detalló parte de las 32 medidas de impulso al plan de acción de hidrógeno verde 2023-2030. Dos de ellas atañen a Corfo: Facility Corfo y programa a través de Corfo y ANID enfocadas en tecnologías asociadas al hidrógeno verde.
La primera acción -que comenzará a operar el segundo semestre de 2024- dispondrá inicialmente de US$ 1.000 millones y se financiará con préstamos y aportes de organismos internacionales y la Unión Europea, más recursos adicionales de Corfo. Con este Facility, dice Benavente, se pueden apalancar hasta US$ 12.500 millones y la idea es dar una garantía hasta el 30%: “Es una herramienta tremendamente fuerte como señal para el financiamiento de proyectos tempranos”.
La segunda acción es, junto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, la generación de capacidades tecnológica y científica para desarrollar nuevas tecnologías que son relevantes para estos sectores. “Vamos a licitar de aquí hasta un año y medio más algunos centros cuyo giro será el desarrollo de soluciones que se aplican en la industria de hidrógeno verde o sus derivados”, dice. Y ejemplifica que existe un desafío importante de incorporar la madera en la producción de las torres de los aerogeneradores.
Fuente: Diario Financiero